Los indeseados efectos de la crisis económica cobran dimensión de tragedia cuando se producen por contagio o se convierten en prueba fehaciente de la crueldad que encierra la teoría del dominó en su vertiente más negativa. Padres que avalaron a sus hijos para que pudieran volar solos adquiriendo una vivienda o personas que en un último intento por salir adelante, y cerrada la puerta para mantener el estatus de asalariado, tuvieron que garantizar con el escaso patrimonio que les quedaba una aventura empresarial son solo dos ejemplos de quienes hoy ven sus cuentas bancarias bloqueadas por su acumulación de deudas. De los más de tres millones que están hoy en España en esta situación, 110.000 residen en las Islas, según datos difundidos por la compañía Repara tu Deuda.
Esta empresa on line se dedica, al calor de la ley de segunda oportunidad aprobada el pasado año, a reestructurar el pasivo que asfixia a familias y pequeños negocios. Hipotecas y créditos al consumo para la adquisición de bienes como un automóvil o reparaciones domésticas proliferaron en una época en que la bonanza parecía no tener un fin posible. Las entidades bancarias ponían frente a los ciudadanos ingentes cantidades de dinero sin tener en muchos de los casos la garantía de que estos podrían completar, con la devolución, un negocio que por entonces les generaba grandes márgenes.
Los clientes de los bancos, subidos a la ola del consumo llevado al paroxismo, compraban casas y de paso se llevaban puestas unas vacaciones a lugares remotos que nunca antes pensaron visitar. Otros, ya con la crisis devorando sus ahorros y su patrimonio, se lanzaron a financiar su esperanza de futuro en forma de negocio.
La ley de segunda oportunidad permite empezar de cero a todos aquellos ciudadanos y pequeños negocios que han acumulado una deuda insostenible sin que esta sobrepase los cinco millones de euros. Claro que para ello deben liquidar con anterioridad todos sus bienes en pos de satisfacer a su acreedores, obtener la suspensión del concurso por la subsiguiente falta de bienes y fondos que hagan lógico mantenerlo, y demostrar que han actuado de buena fe.
El último condicionante incluye negociaciones previas con los acreedores para fijar un nuevo plan de pagos y la total ausencia de delitos económicos en el certificado de penales.
Es una puerta que se abre a los millones de españoles que hoy no pueden contar con una vivienda ni una cuenta bancaria a su nombre. En el caso de que alguno de ellos haya conseguido un empleo que le garantice unos ingresos mensuales con los que poder continuar adelante con su vida, estos podrían quedar bloqueados. En ese escenario normativo que permite poner a cero el contador del debe se incluye la salida automática de las listas de morosos.
Según explica el director de la oficina que Repara tu Deuda mantiene abierta en Barcelona, Manuel Fores, el efecto que se puede conseguir con la renegociación puede ser de dos tipos. Es posible fijar unos plazos de pago que permita al deudor mantener los ingresos suficientes para seguir con su vida y si esa vía se revela no factible, se procede a la cancelación total de la deuda acumulada.
"Es un proceso administrativo que se judicializa en la parte del concurso, pero el cliente no debe acudir a ningún juicio ni estar pendiente de ninguna sentencia: o acuerdo o cancelación, siempre que se cumplan todos los requisitos y sean deudores de buena fe", explica Fores, quien invita a quienes se encuentran en estas circunstancias a acogerse a esta nueva ley antes de que empiecen las restricciones.
Fores pone un ejemplo para entender el alcance de la Ley de Segunda Oportunidad: "¿Qué habría pasado si cuando Walt Disney se arruinó comprando los derechos de autor de Alicia en el país de las maravillas hubiese sido español? Pues que Bambi no habría nacido".
A la cabeza del ranking nacional de bloqueo de cuentas se sitúa Andalucía, con más de 850.000 casos. Le siguen en la lista Madrid (450.000), Cataluña (250.000) y Comunidad Valenciana (200.000). En octavo lugar aparece Canarias, con más de 110.000 familias y pequeños negocios con préstamos hipotecarios, créditos personales y gastos de tarjetas de crédito impagados. En el extremo opuesto de la lista se encuentran las ciudades de Ceuta (7.000) y Melilla (8.800) y las comunidades autónomas de La Rioja (20.000) y Navarra (45.000).
En cambio, en la relación con el total de la población, Aragón es la comunidad con la tasa de cuentas bloqueadas per cápita más elevada, un 11,4%; seguida a poca distancia de Andalucía (10,14%), Cantabria (8,9%) y Asturias (8,2%). Lejos de esos puestos se sitúa el Archipiélago con un 5,2% de sus habitantes afectados por procesos de esta naturaleza.
Cataluña, pese a ser la tercera comunidad con más ciudadanos con cuentas bloqueadas por impagos, cuenta con la tasa más baja (3,3%), seguida de Comunidad Valenciana (4,3%), Castilla- La Mancha y País Vasco (4,5%).
