La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista Henry Sicilia

"Nos sentimos moneda de cambio en negociaciones como la del TTIP"

"Ni nosotros ni ningún otro subsector agrario europeo puede subsistir sin apoyo económico", asegura el presidente de Asprocan

Henry Sicilia, en su despacho de la sede de Asprocan en Santa Cruz de Tenerife. CARSTEN W. LAURITSEN

¿Qué le ha movido a colocarse al frente de Asprocan?

Soy productor platanero, dejé Asaga tras nueve años al frente y Coplaca, tras saber que el anterior presidente de Asprocan, Santiago Rodríguez no quería continuar, me pidió que diera un paso al frente. Lo consulté con la familia y tomé esta decisión.

¿Cómo evoluciona la superficie dedicada al plátano?

Tenemos 9.200 hectáreas de superficie que nos permiten garantizar desde 1988 una producción anual de 400 millones de kilos.

¿Y en empleo?

Sostenemos 9.000 empleos directos y estables, porque el plátano hay que atenderlo todo el año. A estos se suman unos 5.000 indirectos. La masa salarial, según un estudio que encargamos a la universidad, es de 148 millones de euros al año, incluyendo explotaciones y centros de empaquetado.

¿Es bueno el encaje actual que tiene el plátano en la UE?

Cada revisión de los programas europeos lleva mucho trabajo previo de justificaciones y preparación de dosieres. Todos los países miembros están prestos a recibir y por eso es necesario demostrar la necesidad real de los apoyos que no brinda la Política Agraria Común (PAC). En Europa somos 15 millones de agricultores y ganaderos y 52.000 millones de euros anuales a repartir. Son necesarios porque se está produciendo una rebaja permanentemente de los aranceles.

¿Qué cantidad llega al plátano de Canarias?

A España vienen 6.860 millones anuales, de los que 282 millones llegan a Canarias. Se distribuyen básicamente en función de la producción y el plátano representa más o menos el 50% del total de las Islas, es decir, unos 141 millones que se reparten unos 8.200 perceptores; la cifra de productores es mayor pero somos muchos los que nos agrupamos para ahorrar costes e incrementar la competitividad.

¿Les buscan las vueltas en Bruselas para darles menos?

Sí, pero no solo a nosotros, sino a todos los subsectores. La Comisión Europea (CE) realiza ahora mismo un estudio del impacto que tiene el Posei en las regiones ultraperiféricas (RUP). Quiere ver cómo están funcionando las ayudas y fija también su atención en la relación con el medio ambiente y los aspectos sociales como la fijación de la población al medio rural. En base a los resultados se producen modificaciones para alcanzar un uso más eficiente de estos recursos.

¿Podrían existir sin ayudas?

Ni nosotros ni ningún otro subsector agrario europeo puede subsistir sin apoyo económico.

¿Las ayudas llegan en tiempo a pesar de la crisis?

Los periodos están regulados, pueden pagarnos entre el 1 diciembre del año en curso y el 30 de junio del año siguiente son los plazos para pagar las ayudas. Son siete meses de margen que nos gustaría se acortaran, si fuera en febrero o marzo, sería mejor.

Pero la financiación está garantizada, la UE no falla.

Sí, no estamos expuestos a ayudas de Estado sujetas a negociación entre la Administración central y regional ni a la disponibilidad presupuestaria que estas tengan. Por eso el nuevo REF económico incluye el Posei adicional, para que su abono sea inexcusable y no se creen falsas expectativas.

¿Son suficientes las ayudas?

Se fijaron en 2007, cuando los aranceles para la entrada de banana de terceros países eran de 148 euros por tonelada. Con el descreste progresivo, hoy están en 114 euros y eso facilita que haya más oferta de producciones ajenas a la UE. Y hablamos de la proveniente de Sudamérica y Centroamérica, porque la banana de origen africano entra sin arancel, cada día va a más y las grandes multinacionales están copando la producción en ese continente para entrar desde allí en Europa.

¿Teme al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) que negocian la UE y Estados Unidos?

Sí, todos estos tratados siempre son perjudiciales para el sector agrario. Por eso, cuando nos sentamos a negociar con Bruselas, ponemos sobre la mesa que si llega a acuerdos de libre comercio de este tipo, debe compensarnos para evitar nuestra desaparición.

¿Ve capaz a la UE de condenar a la desaparición a su propia agricultura?

Sí, al final es un cambio de estampitas. Si a cambio de dejar entrar toda la producción agrícola proveniente de esas zonas que le decía, y que controlan multinacional estadounidenses, logran que otras empresas europeas de ese tamaño, españolas entre ellas, y de sectores como el energético o el tecnológico puedan operar allí, lo harán. En negociaciones de este tipo nos sentimos la moneda de cambio con la que se paga para atender intereses económicos muy fuertes. Lo que está claro es que desde los países que se llaman subdesarrollados no van a llegar ordenadores ni telefonía de última generación, sin embargo, son muy fuertes en agricultura y ganadería.

¿Hay unidad en el sector?

Ese ha sido el éxito del plátano. No solo en Canarias, sino entre los productores de todas las regiones ultraperiféricas. Es lo que nos ha permitido llegar a donde estamos hoy. Las dificultades existen, como en todas las familias, pero la unidad está por encima de todas ellas.

¿Lo invertido en marketing

Totalmente. Cada día seguimos trabajando en ello. Uno de los grandes éxitos de la unidad del sector ha sido poder contar con financiación propia para realizar estas campañas de publicidad que logran fidelizar al consumidor. Es muy importante invertir ahí, pero también tener identificado el producto y Plátano de Canarias tiene que ir con su pegatina. Desde hace tres años hemos entrado en la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y eso implica que tenemos acceso a controlar los posibles fraudes que pretendan realizar otros para dar gato por liebre. Eso está perfectamente regulado y abarca desde el productor hasta los centros de empaquetado.

Compartir el artículo

stats