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El Servicio Canario de Empleo apenas coloca a uno de cada cien parados

Las oficinas de colocación de Canarias están a la cola del país en efectividad - El Gobierno considera que la estadística "infravalora" el papel de la Administración

De los casi 656.000 asalariados que trabajaban en las Islas el año pasado, tan solo 5.400, es decir, un exiguo 0,8%, habían encontrado su empleo con ayuda de los servicios públicos. En otras palabras: apenas uno de cada cien. Los últimos datos al respecto de la Encuesta de Población Activa (EPA), relativos a 2015, corroboran el poco peso de las oficinas de colocación públicas en la inserción de los desempleados en el mercado laboral, algo que es común a todas las comunidades autónomas pero que es incluso más acusado en las Islas. Tan es así, que ese 0,8% es, por un lado, el porcentaje más bajo de toda la serie histórica (desde 2006) y, por otro, también es el más bajo del país (con el de Murcia, que también es de un 0,8). La extrema terciarización de la economía del Archipiélago y determinadas lagunas en la estadística explican esta situación.

La media nacional es de un 1,7%, y los porcentajes de cada una de las regiones están entre ese 0,8% de Canarias y Murcia y el 4% de Extremadura. Así, mientras que las oficinas públicas de empleo de la comunidad extremeña colaboraron en la colocación de cuatro de cada cien trabajadores, las del Servicio Canario de Empleo (SCE) lo hicieron en solo uno de cada cien casos.

El director del SCE, Alejandro Martín López, hace, sin embargo, una doble puntualización: de entrada, avisa de que la estadística "infravalora", en general, la participación de los servicios públicos en las contrataciones; y, además, advierte de que las regiones eminentemente turísticas, como el Archipiélago, quedan especialmente mal paradas.

Martín López recuerda que el turismo y el comercio, sobre todo el primero, son los dos sectores que sustentan la economía de las Islas, dos sectores sujetos a alta temporalidad laboral. Y ocurre que un hotel, por ejemplo, contacta con el SCE para solicitar un determinado perfil de demandante de empleo "solo la primera vez", ahonda el director general. Esto se traduce en que el hotel en cuestión contrata a tres personas, verbigracia, de entre las decenas o cientos cuyos currículos le remite el SCE, las tres personas que la estadística tendrá en cuenta. En la siguiente temporada alta, ese mismo hotel ya no volverá a dirigirse al SCE, sino que contratará de nuevo a los mismos tres trabajadores o echará mano de los currículos que obran en su poder. En cualquiera de estas dos últimas posibilidades, las contrataciones no serían consideradas por la estadística, de ahí que Martín López juzgue que se "infravalora" el papel de los servicios públicos y se "sobrevalora" el de los departamentos de recursos humanos de las empresas, más si cabe en los casos de economías con alto peso del sector servicios, con esa característica alta temporalidad laboral.

El peor dato

Sea como sea, ese escaso 0,8% al que la EPA reduce la participación del SCE en las contrataciones de los 656.000 asalariados canarios supone el peor dato desde 2006, año en el que por primera vez se incluyó esta variable en la estadística. Son dos puntos menos que en 2007, cuando el porcentaje tocó techo y llegó a un 2,8%. En consecuencia, Martín López reconoce la necesidad de mejorar las cifras y asegura que entre los objetivos del SCE también figura progresar en este aspecto: "Nos proponemos como objetivo mejorar la intermediación".

No en vano, los resultados de Canarias han empeorado en relación con los de 2014, cuando, por otra parte, ya estaba a la cola de las comunidades autónomas. La participación del SCE en la colocación de los asalariados era entonces de un 1,5%, de modo que ni siquiera intermedió en las contrataciones de dos de cada cien trabajadores por cuenta ajena. Solamente los servicios públicos de empleo de Baleares (1,3%) y Cataluña (1,4%) se involucraron en menos casos. Fueron tres regiones turísticas, por tanto, las que ocuparon en 2014 los peores lugares de la estadística, lo que está en consonancia con los argumentos del director del SCE. Además, y Murcia al margen, volvieron a ser en 2015 las tres autonomías con menor incidencia de sus oficinas públicas de empleo en los procesos de colocación.

Los últimos datos de la EPA también descubren que las em-presas de trabajo temporal, las ETT, ayudaron a incorporarse al mercado laboral a apenas un 1,2% de los asalariados que había en la región a 31 de diciembre de 2015. Un porcentaje que solo es más bajo en Baleares, donde las ETT colocaron o contribuyeron a colocar a un exiguo 0,5% de sus trabajadores. En definitiva, de esos cerca de 656.000 asalariados que había en la Comunidad Autónoma en 2015, menos de 7.900 recibieron ayuda de las ETT.

La suma de ambos porcentajes muestra que tan solo un 2% de los trabajadores por cuenta ajena el pasado año (poco más de 13.000) disfrutaron de ayuda en su proceso de colocación, ya fuera esta pública o privada. De nuevo, por tanto, Canarias queda así a la cola del país; y de nuevo junto con Baleares, la única de las 17 autonomías que empeora (1,5) ese 2%.

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