Fractura entre los empresarios turísticos y el presidente de la patronal de Las Palmas, Agustín Manrique de Lara. La junta directiva de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) lanzó ayer un órdago a Manrique al reprobar y exigir su dimisión en la junta directiva de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) por posicionarse en asuntos de competencia exclusiva de la sectorial turística sin previo consenso y con declaraciones contrarias al sentir de los empresarios del sector.
La patronal turística no se siente representada por el presidente de los empresarios y las últimas declaraciones a los medios de Manrique de Lara no han hecho sino crispar aún más unos desencuentros hasta ahora soterrados y que ahora salen a la luz pública. La posición del dirigente empresarial sobre asuntos como la moratoria turística, la Ley del Suelo, el Oasis de Maspalomas o las viviendas vacacionales han exacerbado los ánimos de los empresarios turísticos, encabezados por su presidente, Fernando Fraile, y el vicepresidente José María Mañaricúa, que han enmendado la plana a Manrique al considerar que está contraviniendo los estatutos de la CCE en una actitud "tan pertinaz como poco justificable", señala el escrito dirigido por la FEHT al comité ejecutivo y a la junta directiva de la patronal.
Lo curioso de este enfrentamiento es que surge entre la sectorial de la que salió Manrique de Lara como candidato a la presidencia de la CCE, que cumple este mes tres años al frente de la patronal. El propio presidente de la FEHT, Fernando Fraile, cuestiona el incumplimiento de los compromisos que asumió el dirigente empresarial cuando lanzó su candidatura en relación con el sector turístico. Las relaciones entre ambas partes se tensaron a raíz de la polémica generada en el sur de Gran Canaria como consecuencia de la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del Oasis de Maspalomas y la disputa empresarial protagonizada entre las empresas Lopesan y Riu. Este asunto no sólo supuso una crisis interna en la FEHT, sino el inicio del distanciamiento que ahora ha provocado esta petición de dimisión.
La directiva de la patronal turística no planteó en la junta directiva de ayer una moción de confianza o de censura, por lo que no hubo votación de los representantes de las distintas sectoriales presentes en la junta directiva de la CCE. De esta forma, cada parte argumentó sus razones pero sin llegarse a la división interna que hubiese supuesto votar la continuidad de Manrique.
El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios alude a "malentendidos" y "confusiones" la situación generada por el malestar la directiva de la FEHT y niega que, como dice la sectorial turística, haya defendido las restricciones a la libre competencia en asuntos como el BIC o que se haya posicionado a favor de imponer una tasa al sector para la protección del suelo rústico como recoge la Ley del Suelo. "Están dolidos por la interpretación que han hecho de unas declaraciones mías pero es todo lo contrario, en ningún momento he defendido limitar la competencia ni que haya más tasas", asegura Manrique de Lara.
El dirigente empresarial cree que no se ha reprobado su gestión al frente de la CCE y considera que con el debate desarrollado en la junta directiva se han aclarado las cuestiones planteadas por la FEHT. "No hay discrepancias, hay que afinar las declaraciones que se realizan a los medios pero no me siento cuestionado y se ha cerrado filas", añade.
La reprobación lanzada por la patronal turística de Las Palmas ha cogido por sorpresa a varias de las sectoriales que forman parte de la CCE, al no entender bien el fondo del asunto por tratarse de cuestiones específicas referidas a temas de interés relativos al desarrollo turístico en los que Manrique y la FEHT han mantenido posiciones diferentes tanto en público como en privado.
