El Banco Central Europeo (BCE), que ayer mantuvo la tasa oficial de interés en el 0%, comenzará a ejecutar el miércoles su anunciado programa de compra de títulos de deuda empresarial (no bancaria) emitida en euros. Se trata de la tercera modalidad de expansión monetaria que pone en marcha el eurobanco y cuya adopción fue aprobada por su consejo de gobierno el 10 de marzo como mecanismo adicional de lucha contra la baja inflación y la falta de pulso del PIB en el área monetaria.

El BCE comenzó en abril a ampliar las compras de deuda pública y privada de la zona del euro hasta una cantidad mensual de 80.000 millones de euros. Hasta entonces la entidad había comprado durante un año deuda por un valor de 60.000 millones de euros al mes.

El día 22 también comenzará a realizar su nuevo plan de liquidez a los bancos (llamado Tltro II) al 0%, y que podrá ser del -0,4% si la banca destina esos recursos al préstamo a las empresas.

El BCE también elevó ayer en una décima su pronóstico de inflación en el área para este año (hasta el 0,2%) y en dos décimas el crecimiento económico (hasta el 1,6%) respecto a su previsión de marzo. La entidad monetaria prevé un crecimiento en 2017 y en 2018 del 1,7 %, lo que supone una pequeña revisión a la baja de una décima en la tasa pronosticada entonces. "El amplio paquete de decisiones aprobadas a comienzos de marzo apoya la recuperación económica de la zona del euro e impulsa la vuelta de la inflación a niveles por debajo pero cercanos al 2 %", según Draghi, quien apostilló que "nuestras medidas reducen el coste del crédito y contribuyen a la creación de crédito".

En el contexto actual, dijo, es crucial asegurar que el entorno de inflación muy baja no produzca efectos de segunda vuelta, es decir, que se traspase al fijar salarios y precios, algo que no ocurre a excepción de Alemania.

Y tanto sobre la inflación como sobre el riesgo de salida del Reino Unido de la UE, Draghi, sostuvo que "el BCE está preparado para todo tipo de contingencias".