Los datos del paro dieron ayer al Archipiélago, una vez más, una de cal y otra de arena. La de cal, lo positivo, reside en una disminución del número de desempleados tanto en términos mensuales como interanuales y, sobre todo, en un acentuado incremento de los afiliados a la Seguridad Social. La de arena, lo negativo, estriba en que esa disminución mantiene un ritmo sensiblemente inferior a la media del país, donde la lacra del paro alcanza a menos de cuatro millones de personas por primera vez desde agosto de 2010, desde hace casi seis años.

Las cifras que dio a conocer el Ministerio de Empleo y Seguri-dad Social, que dirige en funciones Fátima Báñez, calculan en algo menos de 3,9 millones en todo el país el número de desempleados, en el Archipiélago son 240.067 y habría que remontarse hasta marzo de 2009 para encontrar una cifra mejor. Entonces, cuando la crisis estaba en sus inicios, la cifra de desempleados alcanzó los 238.344.

Los actuales po más de 240.000 parados suponen una reducción mensual de apenas un 0,82%, es decir, 1.996 desempleados menos, y de un 4,7% anual, esto es, 11.874 desocupados menos en relación con mayo del año pasado. Sin embargo, la comparación con la media estatal y el grueso de las autonomías relativiza las buenas noticias para la economía y la sociedad isleñas. No en vano, si la reducción mensual no llega en el Archipiélago ni a un 1%, en el conjunto del país prácticamente alcanza el 3%, una diferencia de más de dos puntos que es incluso mayor en el caso del dato interanual (el susodicho 4,7% en las Islas frente a casi un 7,7% del dato nacional). En definitiva, el paro disminuye, sí, pero a un ritmo considerablemente menor.

Comparación

Esa cierta lentitud en la recuperación laboral queda incluso más de manifiesto al considerar las cifras de otras comunidades. Sirve como ejemplo el caso de Baleares, con una economía, como la de Canarias, altamente dependien-te del sector servicios y, más concretamente, del turismo. Allí, en cambio, el paro se reduce en po-co más o menos de un 15% tanto en términos mensuales como interanuales; en resumen, lo hace a un ritmo mucho mayor que en Canarias.

Si el análisis de los datos del Ministerio, por otra parte infravalorados por la estadística de la Unión Europa en beneficio de la encuesta de población activa, mucho mejor considerada, desciende al ámbito provincial, aparecen algunas diferencias a tener en cuenta. Y es que la caída del paro se produce tanto en la provincia de Las Palmas como en la de Santa Cruz de Tenerife, pero es más perceptible en la primera. Aunque en números mensuales no llega a un 1% en ninguno de los dos casos, las cifras interanuales ponen de manifiesto cómo la recuperación laboral va por delante en las islas orientales, donde los desocupados (125.944) son cerca de un 7% menos que en mayo de 2015. En las islas occidentales, los desempleados son menos (114.123, lo que está en consonancia, entre otros factores, con una menor población), pero el descenso relativo no pasa de un 2,3%, es decir, es de 4,7 puntos inferior. En conclusión, si la bolsa de parados disminuye más lentamente en la región que en el conjunto del país, lo hace incluso más lento en la provincia de Santa Cruz de Tenerife que en la de Las Palmas.

De lo que sí podrá sacar pecho el gobierno del Partido Popular ahora cuando la campaña electoral es inminente es de los datos nacionales, ello siempre con el asterisco de una estadística que no termina de convencer (por ejemplo, un estudiante que busca empleo es un parado para la EPA pero no para el Ministerio). Sea como sea, en España hay menos de cuatro millones de parados por primera vez desde agosto de 2010, después de que el desafortunado grupo se redujera en prácticamente 120.000 personas entre abril y mayo y en casi 324.000 en el último año.

Es al pasar la lupa del análisis de los desempleados a los afiliados a la Seguridad Social cuando se descubre la que acaso sea la mejor noticia para la economía canaria. No en vano, las Islas terminaron mayo con 718.459 afiliados, esto es, con 718.459 personas que contribuyen con sus cotizaciones sociales al sostenimiento, por ejemplo, de las pensiones. Una cantidad que supone un incremento interanual de 25.170 personas, un 3,63% más. Para contextualizar este porcentaje basta con apuntar que solo en Baleares es mayor, de un 5,58%, de modo que Canarias se sitúa a la vanguardia de la recuperación del colectivo por el que pasa el sostenimiento del sistema. En todo el país, los afiliados ya casi son 17,7 millones, un 2,56% más que hace un año.

En el capítulo de las reacciones, la CEOE-Tenerife explicó que la bajada del paro "invita al optimismo", si bien hizo hincapié en la necesidad de adoptar medidas que favorezcan la inversión y en remover las "barreras" normativas. Por su parte, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), la patronal de la provincia de Las Palmas, subrayó la continuación de la "línea de mejora" de las cifras de paro y de la constante recuperación de afiliados.

En esto último reparó también la división de Comisiones Obreras (CC OO) en Canarias, aunque remarcó también la "baja" cali-dad de los puestos de trabajo y la alta temporalidad que lo carac- teriza, sobre todo en Canarias. "La alta temporalidad, el avance del desempleo de larga duración y la pérdida de cobertura en pres-taciones no permiten ser plenamente optimistas", expuso el sindicato.