Diversas patronales sectoriales con representación en el Comité Ejecutivo de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) respaldaron ayer a su presidente, Agustín Manrique de Lara, al tiempo que se desmarcaron del cisma en la federación turística.
Tras atribuir a un conflicto interno de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) la solicitud de dimisión planteada la pasada semana contra Manrique de Lara, la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas (Fedex), la Federación de Empresarios de Transporte (FET) o la Federación Regional de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica), entre otros colectivos consultados, descartaron un cambio al frente de la CCE a falta de un año para la conclusión del actual mandato. "Tiene mi aprobación total por su trabajo con seriedad y respeto", subrayó, incluso, el presidente de la FET, Agustín Espino, después de recordar su voto contrario a la elección de Manrique de Lara tres años atrás.
En su opinión, "ahora no tocan divisiones por personalismos, son años de paz, espero que la comida sirviera para reconducir la situación y todo se calme pronto". Aunque el almuerzo del martes entre Manrique de Lara y el presidente de la FEHT, Fernando Fraile, junto a otros cinco empresarios del sector evidenció el desencuentro entre las dos partes, diversas fuentes consultadas coincidieron en apostar por "rebajar la tensión y reconducir las diferencias" en el seno de la patronal de Las Palmas.
Así, el vicepresidente de Asinca, Eugenio Castillo, apostó por "abrir un debate interno, tranquilo y sosegado, para no deteriorar la imagen de unidad del empresariado. Puede haber opiniones distintas, pero ahora se ha desmadrado", añadió Castillo antes de garantizar, "seguro", el próximo retorno de la calma a la Confederación mediante "la reflexión y el diálogo".
Efectivamente, distintas voces empresariales admitieron el "malestar" trasladado desde la FEHT a la CCE a causa de la disputa entre Riu y Lopesan en la reordenación del oasis de Maspalomas, pero descartaron que un enfrentamiento particular derive en un relevo en la patronal de Las Palmas o en la fractura de la entidad turística. Aunque la Confederación cuenta con numerosos "precedentes" de conflictos internos, diversas fuentes expresaron su "certeza de que la sangre no va a llegar al río" como en anteriores ocasiones de la pasada década, entre otros motivos, por la menor injerencia de los partidos políticos en los asuntos empresariales, según apuntaron. A diferencia de la política, precisamente, se agotará el mandato en la patronal de Las Palmas.
