En las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, las relaciones comerciales entre Canarias y Venezuela pasaron su mejor momento gracias a las exportaciones de divisas. Desde entonces, las ventas del Archipiélago a la República Bolivariana han disminuido sobremanera, aunque en 2008 experimentaron un repunte que tocó techo en 2012. A partir de ese año, y en coincidencia con la llegada de Nicolás Maduro a la Presidencia, las exportaciones de las Islas al país sudamericano se han desplomado en un 70,5%, una sensible caída en la que subyacen la devaluación de los precios del petróleo y la situación de inestabilidad política que atraviesa Venezuela.

En 2012 las empresas canarias vendieron productos a la llamada octava isla por un montante de prácticamente 3,6 millones de euros, según los datos del que fuera Instituto Español de Comercio Exterior, hoy rebautizado como ICEX España Exportación e Inversiones.

Esos casi 3,6 millones significaron entonces la mayor cuantía de toda la serie histórica (desde 2001) y la consolidación de una tendencia alcista que había comenzado en 2008, cuando la factura de los envíos de la Comunidad Autónoma a Venezuela llegó a cerca de 1,9 millones (más del triple que en 2007). La delicada situación socioeconómica empezaría a notarse, sin embargo, en 2013.

Ese año, el mismo en que el presidente Maduro llegó al poder tras el fallecimiento de Hugo Chávez, el valor de las exportaciones se redujo a menos de 1,5 millones, cantidad que se repetiría en 2014. Con todo, el deterioro de las exportaciones de la región a la República Bolivariana se agravó aún más el año pasado. De hecho, la factura no llegó en 2015 ni a 1,1 millones de euros, un 70,5% menos que en 2012.

¿Que enviaba Canarias? Principalmente automóviles (39,2%), productos de confección femenina (23,1%) o piezas de electrónica (15,1%).

Las últimas estadísticas de ICEX anticipan que esa notable caída podría ser incluso más profunda al término del actual ejercicio. El importe de las ventas en el primer trimestre del año, unos exiguos 26.800 euros, evidencia que esta relación comercial está prácticamente paralizada. Si las cifras fueran similares en lo que resta de 2016, el montante final ni siquiera superaría los 110.000 euros. Los expertos consultados explican que son dos los factores que están detrás de estos números: la devaluación del crudo y la mala reputación política del régimen de Maduro.

El economista José Miguel González recuerda que la disminución de los precios del barril de crudo ha afectado más a la economía venezolana que a las de otros países productores. Ello obedece a que la economía del país sudamericano no se ha diversificado como sí lo ha hecho, por ejemplo, la de Estados Unidos (otro país productor), de modo que depende en exceso del petróleo. En definitiva, Venezuela ha sufrido más si cabe la crisis del crudo, que ha aminorado los ingresos hasta un punto impensable años atrás. Si a esto se suma la incertidumbre política en que la octava isla lleva tiempo situada, la coyuntura es difícilmente superable.

González expone que, efectivamente, el componente económico está presente en la ecuación venezolana en primer lugar, si bien puntualiza que "la falta de rigor político" condiciona la economía, en general, y las exportaciones, en particular. "Uno se relaciona comercialmente con buenos pagadores, y lo peor que le puede pasar a una economía es la incertidumbre", ahonda el economista, que pone énfasis en la importancia de que la gestión política de un país transmita una "imagen" confiable a ojo de los potenciales inversores o exportadores de otros países. "En la reputación de los Estados sí interviene el papel político, y tu gestión política, tu puesta en escena, traslada una imagen u otra", argumenta este experto.

En 2012, el mejor año para las ventas de Canarias a Venezuela, la República Bolivariana estaba en la cuadragésima primera posición en el particular ranking de los países receptores de productos de las Islas. En el primer trimestre del actual ejercicio, Venezuela pasó a estar ya en el puesto 93, es decir, ha perdido 52 posiciones en apenas tres años, según se desprende de los datos de ICEX España Exportación e Inversiones. En cifras nacionales, hay que recordar que las ventas de España al país sudamericano se desplomaron un 45% en el período enero-marzo de este año.