La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Canarias teme una caída de su cliente más fiel si Reino Unido abandona la UE

El miedo al brexit lleva a empresarios turísticos de las Islas a "hacer campaña" en contra - Pioneros del turismo, los ingleses siguen representando el 44% del total

"Un puerto donde abastecerse, un huerto donde cultivar las verduras para las mesas inglesas y una tierra de recreo y sanatorio". Así veían a Canarias los británicos que hoy se debaten entre permanecer o abandonar Europa, la casa común que finalmente comparten ambas territorios insulares tras dos siglos ya de fructíferos vínculos.

Según informaba a su gobierno el cónsul S. H. Harford a finales del XIX , las relaciones entre la colonia británica en las Islas y los canarios no podían ser mejores. Los vínculos históricos que se crearon desde entonces hasta ahora han permitido que generaciones de ingleses sigan apostando, década tras década, por viajar a Canarias. Representan, de hecho, el principal mercado emisor de turistas hacia las Islas. Y son, sobre todo, los más fieles.

Según el último dato publicado, siguen representando casi la mitad del total de turistas que recibieron las Islas a lo largo del pasado mes de mayo: el 44% de los 916.100 extranjeros que entraron por alguno de los diferentes aeropuertos insulares. Una cifra que dobla el porcentaje de turistas que viaja anualmente al conjunto de España y que representa el 20% del total de viajeros que llegan al país.

Sólo en Canarias, los británicos que optaron por pasar sus vacaciones en 2015 superaron los cuatro millones. Pero estos millones de turistas fieles a Canarias podrían verse reducidos en una cantidad significativa si en el referéndum del próximo jueves ganaran quienes apuestan por no formar parte de la Unión Europea.

Impacto directo en Canarias

"El destino Canarias dejará de ser atractivo para potenciales residentes, inversores y también turistas que procedan del Reino Unido". Así de directo se pronunció hace unos días el presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura (Asofuer), Antonio Hormiga, al pedir expresamente a los británicos residentes en Canarias que voten en contra de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum que se celebrará el 23 de junio. Hormiga les animó a "hacer campaña entre amistades y familiares para que gane el no al brexit (Britain Exit)", advirtiendo que si prospera "las consecuencias para la comunidad británica que reside en las islas serán nefastas".

Y es que la pérdida de poder adquisitivo por la devaluación de la libra con respecto al euro es, en efecto, uno de los impactos que tendría en Canarias el brexit. Y es, por tanto, la principal preocupación con que el turismo canario vislumbra el riesgo de que la economía de uno de sus mejores clientes, el mercado británico, pierda peso. "Con la depreciación de la libra, destinos como el Caribe serán más asequibles para el bolsillo de los ciudadanos de Reino Unido que encontrarán allí infraestructuras de lujo y una oferta de servicios excelente a unos precios contra los que no se pondrá competir por la salvaje diferencia de los costes salariales entre ambos destinos", añadió el presidente de la patronal majorera. El riesgo existe, aunque los analistas lo minimizan al asegurar que "el propio euro sufriría un impacto negativo por el brexit, por lo que la devaluación de la libra sería menor que respecto al dólar".

Lo que si se vería afectada es la alta inversión española en Reino Unido, y especialmente aquellas realizadas en el sector inmobiliario: el precio de las viviendas podría caer hasta el 20% en dos años. En 2015, Canarias importó productos británicos por valor superior a los 120 millones de euros (68,9 millones desde la provincia de Las Palmas y los restantes 52 desde Santa Cruz de Tenerife) Y exportó sus propios productos a Reino Unido por 71 millones.

La mayoría de estos productos son hortofrutícolas y llegaron a tener tanto peso en la economía británica que, entre 1802 y 1980, el puerto de recepción de la fruta canaria fue de los más concurridos mundialmente, llegando a tener hasta 50.000 empleados. Pero el muelle fue bombardeado en la segunda guerra mundial y casi todos los depósitos de mercancías destruidos, hasta que a partir de 1981 el gobierno de Margaret Thatcher decidió remodelarlo.

Canary Wharf es hoy un gran complejo de negocios de Londres, situado en la zona de los Docklands, y en el que se ubican tres de los edificios más altos de Londres. Conserva el nombre en memoria de la intensa relación comercial que mantuvo el Reino Unido con Canarias, que se remonta al siglo XVI cuando el archipiélago se integró en la ruta de las Islas Orientales que los británicos utilizaban para comercializar con sus colonias.

Posible efecto electoral

La posibilidad de que el brexit se haga realidad ha ido tomando fuerza a medida que las encuestas comenzaron a apuntar que el 52% de los británicos podría estar a favor de abandonar la UE frente a un 48% que optaría por la permanencia. Esta división de la sociedad británica alcanzó tales niveles de crispación que derivó en el asesinato el pasado jueves de la diputada laborista Jo Cox, y la suspensión de todos los actos de campaña.

En el caso de que el referéndum del próximo jueves se decante a favor de la salida de Reino Unido de la UE, podría provocar una caída del 10% del PIB y una recesión que duraría en torno a unos tres años y afectaría al conjunto de la UE. En el caso de que llegara a existir una frontera entre el Reino Unido y el resto de países europeos, habría además limitaciones significativas a la libre circulación tanto de personas como de mercancías.

Pero más allá de los efectos económicos y aduaneros, el brexit podría tener incluso un impacto político. Algunos analistas no descartan que su onda expansiva pudiera contribuir a que se acelerara el proceso de constitución de un Gobierno en España tras las elecciones, que se celebrarán tres días después. Pesaría más la necesidad de que la UE alcance un acuerdo para paliar los efectos de "la crisis británica", que el hecho de que las encuestas sigan ofreciendo un empate técnico entre los posibles pactos a la izquierda o derecha.

Lo que no podrá romper la salida de Reino Unido de la UE son sus vínculos históricos con Canarias, hasta el punto que puede decirse que una parte de ella es heredera directa del "espíritu inglés". El Puerto de La Luz, Ciudad Jardín, Elder y Miller, el Hotel Santa Catalina, el Metropole, y otros nombres vinculados a iniciativas anglosajonas, son aún una referencia para Las Palmas de Gran Canaria. Una ciudad a la que los británicos contribuyeron a diseñar urbanística y socialmente y en la que dejaron, como en otras núcleos urbanos como el Puerto de la Cruz, una huella imborrable. Ese espíritu inglés se expresó no sólo en la construcción de elegantes edificios y bellos entornos residenciales, sino que legó también palabras nuevas: anglicismos incorporados con naturalidad a la forma de hablar de los canarios, así como un peculiar estilo de vivir que sedujo a la sociedad isleña de entonces.

Los británicos tuvieron, en definitiva, la llave de la incipiente economía canaria, a la que ayudaron a modernizar. Y, sobre todo, abrieron vías de comunicación entre las Islas y Europa, contribuyendo a ampliar sus miras y fronteras. También incorporaron el mar (a cuya espalda vivía el isleño por temor inconsciente a la invasión) a su vida cotidiana. Fueron tantos los beneficios que aportaron, que durante un tiempo circuló en los mentideros sociales la opinión de que Canarias había cometido dos graves errores en su historia: dejar salir a Franco y no dejar entrar a Nelson.

Compartir el artículo

stats