El gasto medio de los hogares canarios se anotó en 2015 su segundo crecimiento consecutivo. El avance (1,1%) registrado durante el pasado ejercicio y la consiguiente reanimación de la inversión en ocio y cultura, no evita, sin embargo, que los ciudadanos del Archipiélago sean los españoles que, con 9.009 euros cada uno, alimentaron la demanda con menor intensidad.
La Encuesta de Presupuestos Familiares de 2015 publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela una tendencia estatal positiva por vez primera desde el inicio de la crisis. Los hogares españoles gastaron una media de 27.419,52 euros, un 1,4% más que en 2014, avance superior en tres décimas al que se dio en las Islas.
La peor noticia es ese ensanchamiento de la brecha entre el Archipiélago y el Estado. Que los bolsillos canarios sean los menos llenos es consecuencia de la terciarización de la economía canaria, la abundancia de puestos de trabajo para los que no se requieren altos niveles de cualificación y, por tanto, la proliferación de salarios bajos.
Los hogares de las Islas destinaron al consumo un total de 19.075,8 millones de euros, un 1,6% más que el año anterior. Por vez primera desde el año 2009 se superaron los 19.000 millones y se ha avanzado un 7,4% desde el mínimo de 17.762,3 millones alcanzado en 2013. De nuevo la media española avanzó más (1,8%) para un total de 503.815,9 millones que alimentaron la demanda el pasado año.
Bajando al detalle, cada canario dedicó 117 euros más que un año antes al pago de facturas de restaurantes y cafeterías, y 21 más, al pago de servicios recreativos y deportivos. Es síntoma de que la renta disponible de las familias se vigoriza. Ahora bien, ¿lo hace de manera homogénea?
Según dictan los datos, los efectos de la crisis económica no se han repartido de manera proporcional por toda la geografía canaria. Hasta el último día de 2015, el gasto total de los isleños había menguado un 7,8% desde el máximo de 20.695,5 millones de euros alcanzado en 2007. Sin embargo, ese ya de por sí notable retroceso se dispara hasta el 20,3% cuando se fija la atención en el comportamiento medio de los hogares. Es decir, se recupera el pulso de la demanda, pero con un menor número de actores en disposición de gastar.
Y de nuevo el batacazo es mucho mayor en las Islas. En el conjunto del país, la pérdida de poder adquisitivo de los hogares desde máximos es 6,8 puntos menor (-13,53%). Y eso que el Archipiélago ya ha recuperado un 5,9% desde el mínimo de 2013, mientras que en España solo un ejercicio ha aportado oxígeno por el momento, lo que deja la mejoría en un 1,4%.
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También en el análisis del comportamiento consumista individual -por persona en lugar de por hogares- se repite la diferencia con respecto a la media de toda España. Los 9.009 euros destinados al gasto mejoran en un 6,4% la cantidad de 2013 y empeoran en un 14,7% los 10.568 euros de 2007, cuando ya se hablaba de la crisis pero aún no podía intuirse el tamaño del desastre que traía consigo.
En toda España, el gasto medio personal se elevó en 2015 hasta 10.960 euros, lo que deja la mejoría en el 2,4%, si bien el tamaño del batacazo desde el punto de inflexión que marcó el inicio de la caída en 2008 es del 7,6%, la mi-tad -prácticamente- del soportado en las Islas.
En el análisis por grandes grupos de actividad económica, se contempla un notable retroceso del gasto en Transportes. Los residentes en las Islas dedicaron a este capítulo 168,88 euros menos que el año anterior. El abaratamiento del petróleo y el aumento de la oferta de vuelos -en gran parte por el tirón de la actividad turística- rebajaron la exigencia presupuestaria para desplazarse.
En el polo contrario, Hoteles, cafés y restaurantes, por un lado, y Ocio, espectáculos y cultura, por otro, fueron los que en mayor medida recogieron las buenas noticias. Al primero de esos dos capítulos, cada ciudadano de las Islas dedicó 99,98 euros más que en el ejercicio 2014; al segundo, 71 euros más.
En el conjunto de España, los hogares también aumentaron especialmente sus gastos en el grupo de hoteles, cafés y restaurantes, cuyo importe se incrementó un 9,1%, debido a que destinaron 207 euros más al consumo de comidas y bebidas fuera del hogar (9,6%). El dedicado a mobiliario, equipamiento y otros gastos de la vivienda aumentó un 5,9%, y el destinado a Ocio, espectáculos y cultura subió el 3,9% gracias a un mayor gasto en vacaciones y en artículos y equipamientos recreativos, informa Efe.
Por el contrario, la partida en la que más disminuyó también el gasto en el conjunto del Estado en 2015 fue la de transportes (-2,1%), por el menor uso de vehículos personales y de los servicios de transporte. El 58% del gasto de los hogares se dedicó al pago de la Vivienda, agua, electricidad y combustibles (8.710 euros de media) y a los Alimentos y bebidas no alcohólicas (4.125 euros). Las familias españolas han reducido desde 2006 sobre todo el gasto destinado al transporte, pasando del 14,8% del total del presupuesto al 11,5%.
