¿Cómo ha encajado la decisión de los socios de la cooperativa de rechazar la fusión con Bidafarma?
Nos ha producido sorpresa lo abultado del resultado en contra. Sabíamos que era complicado porque se trataba de un proceso que suponía la desaparición de la cooperativa, aunque lo intentamos presentar como un proyecto ilusionante y de futuro. Creo que este es un sector que está fundamentado en alianzas y en proyectos de integración como era este. Cofarca lleva desde 2007 en el grupo Farmanova, formado por cooperativas que tienen unos valores similares al nuestro y eso hacía fácil un futuro proyecto de fusión. Es más, estoy convencido de que la creación de Bidafarma va a seguir adelante, nosotros seguiremos en Farmanova hasta que se disuelva y se integre en el nuevo grupo, en el que Cofarca estará, aunque no fusionada, con el resto de las cooperativas que sí lo han decidido.
Daba la sensación a priori de que en Gran Canaria se apostaba más por el sí que en Tenerife, donde era mayoritario el no ¿qué pasó finalmente?
Creo que han sido muchos factores. Es evidente que ha influido el no de Tenerife, pero también los acontecimientos de los últimos días ya que salieron en los medios algunas noticias con mensajes que no eran muy ciertos y que han podido influir negativamente en la decisión del socio. Yo intenté dar mi versión y responder a distintas cuestiones porque creo que había cierta alarma en relación con el suministro o las rutas. El suministro de medicamentos a los ciudadanos y a las farmacias está totalmente garantizado haya o no fusión porque el modelo sigue siendo el de las cooperativas y éstas garantizan la prestación al cien por cien.
¿La junta directiva se siente desautorizada por este rechazo tras haber aprobado la fusión?
Antes de la asamblea convocamos hasta siete reuniones informativas desde el mes de noviembre para comunicarle el proyecto a los socios. En todo momento pusimos sobre la mesa las ventajas y las desventajas de la fusión. Creo que fuimos claros, dijimos que esto era un proyecto de futuro a medio y largo plazo que le vendría bien a la cooperativa y hemos entendido siempre las posturas tanto a favor como en contra. El argumento de muchos compañeros fue que la cooperativa funciona muy bien y en estos momentos prefieren no hacer cambios porque cuando las cosas funcionan bien no hay que cambiarlas.
¿Cree que aunque ahora se haya desestimado la fusión más adelante habrá que retomar el debate de nuevo?
Estoy totalmente convencido de que esto al final se producirá. El mensaje real de los socios no fue rechazar la fusión sino que ahora no es el momento, es decir, que no se cierra la puerta en un futuro porque la situación del mercado europeo es muy clara porque la concentración de grupos es cada vez mayor, con cuotas de mercados que llegan incluso al 50%. Nosotros lo que hemos planteado es formar parte de un grupo que llegue, junto al que ya existe, hasta un 25% de la cuota de mercado con nuestro modelo para que sirva de barrera de entrada a estos competidores que son multinacionales, en las que priman las cuestiones mercantiles antes que las sanitarias. El mensaje del socio fue de apoyo al consejo rector pero que la opción temporal ahora es el no pero que, tarde o temprano, este proceso tendrá que producirse.
Pero además de no ser el momento adecuado, también se ha dicho por los críticos que las decisiones del sector se adoptarían en la Península o que podría caer el valor patrimonial y la rentabilidad de las cooperativas canarias ¿es así?
Eso no es totalmente cierto. En los estatutos había un artículo que trata de la singularidad canaria y que recoge muchas competencias para las cooperativas canarias, estableciéndose un estatuto en el que se nos dotaba de mucha independencia en la toma de decisiones. Es evidente que cuando hay una fusión hay determinados temas que hay que consensuar, pero sí teníamos mucha autonomía y las decisiones se iban a tomar aquí y no en la Península. Es cierto que las cooperativas canarias estamos muy bien posicionadas en cuanto a valor patrimonial y solvencia. Estamos obligados a hacerlo porque aquí tenemos cuatro veces más stock que el que puede tener una cooperativa en la Península ya que allí los pedidos a los laboratorios tardan dos o tres días y aquí se demoran hasta 20 días. De esta forma, para no generar roturas de stock y desabastecimiento a las farmacias, debemos estar más fortalecidas económicamente. También hay que tener en cuenta que Cofarca tiene en la provincia de Las Palmas el 85% de la cuota de mercado y eso implica que muchas farmacias sólo tienen un solo proveedor, por lo que asumimos un riesgo mucho mayor que las cooperativas de la Península. Al final la solvencia y el músculo financiero son una necesidad para prestar el servicio sanitario que tenemos.
¿Hay disfunciones entre lo que se piensa en Tenerife y en Gran Canaria sobre el proceso y la oportunidad de hacerlo ahora o más adelante?
No sabría decirle si en Tenerife se cambiará de idea. Con respecto a Las Palmas tenemos claro que este es un debate que se volverá a abrir en un plazo de tiempo razonable. Ahora cuando empiece a funcionar el grupo Bidafarma durante un tiempo estarán encajando todas las piezas y cuando esté rodando estoy convencido que será cuestión de tiempo que se vuelva a plantear y saldrá la integración.
¿Le pueden salir a Cofarca otras novias
Evidentemente puede pasar pero para nosotros la única novia es Bidafarma por la similitud, por los valores, por la visión que tenemos y por el concepto del servicio que prestamos. Por estas y otras razones yo solo veo la integración en este grupo y no en otro.
¿Qué les han dicho desde el grupo en el que se pretendían integrar tras esta negativa de las asambleas?
He hablado tanto con el presidente de Farmanova como el de Cecofar, que son los principales impulsores de Bidafarma, y coincidimos en que ha sido una lástima que al final no saliera el proyecto y les transmití que es intención de la junta seguir peleando por el grupo Bidafarma. En estos momentos vamos a seguir en Farmanova y no descartamos que en un futuro vayamos a intentar otras la vez la fusión. Es evidente que todos los cambios generan incertidumbre y reconocemos que se trata de una situación dramática porque esta cooperativa tiene 81 años de vida y estábamos planteando su desaparición. Es lógico que haya miedo pero creo que al final los acontecimientos del propio sector y de la política europea harán que el propio farmacéutico se dé cuenta de la necesidad de entrar en un grupo de estas características.
De cara al ciudadano no va a tener ningún tipo de repercusión ¿no?
En absoluto, nos quedamos como estábamos. En el momento en que se ratifique el proceso por parte de las ocho cooperativas que sí han votado por la fusión se constituirá Bidafarma, no sé si ahora o en septiembre. Todas las cooperativas de Farmanova nos tendremos que integrar en el nuevo grupo cuando aquella se disuelva, pero nosotros no estaremos fusionadas junto a Cofarte y la cooperativa de Baleares. Al final se convertirá en una gran central de compras.
¿Se disipa cualquier tipo de dudas que puedan existir sobre el abastecimiento de medicinas tras esta decisión?
Totalmente. Nos fusionemos o no el suministro y las rutas a todos los rincones de las Islas están garantizados, que nadie tenga la más mínima duda.
¿Se ha interesado la Consejería de Sanidad por este debate de las cooperativas farmacéuticas canarias?
En el caso de que se hubiese aprobado la fusión hubiéramos llamado al consejero de Sanidad para informarle, eso estaba claro. Pero llamarlo una vez que se ha decidido que no hay fusión no creo que sea necesario. Prefería esperar a que los socios se posicionaran porque se trata de una decisión asamblearia. De todas formas, Sanidad no se ha puesto en contacto con nosotros durante el desarrollo del proceso para la integración.
