La caída del consumo durante los años más duros de la crisis obligó a muchas empresas a buscar nuevos mercados para paliar la disminución de las ventas en España. Y muchas empresas canarias también han tenido que empezar a vender al exterior para garantizar su supervivencia. Así lo ponen de manifiesto los datos de Icex España Exportación e Inversiones, que revelan que el número de entidades exportadoras se ha duplicado en las Islas desde el estallido de la crisis. La estadística oficial también descubre que solo 29 sociedades del Archipiélago facturaron en 2015 un mínimo de cinco millones de euros en exportaciones. Esas 29 empresas suponen un leve incremento en relación con anteriores ejercicios pero aún representan un porcentaje sensiblemente más pequeño que el que significan las grandes exportadoras en el conjunto del país.

La crisis comenzó en octubre de 2007 con aquel primer capítulo de las hipotecas subprime o basura. Cuando terminó ese año, en el que todavía estaba por ver el tsunami económico que se avecinaba, eran apenas 414 las empresas canarias que exportaban regularmente (se consideran "exportadores regulares" aquellos negocios que venden al extranjero tanto en el año en cuestión como en los tres inmediatamente anteriores).

En el pasado 2015, ocho años después de que las hipotecas basura dieran el pistoletazo del cambio de ciclo económico, aquellas 414 entidades fueron ya 896, de modo que el incremento es en realidad de más del doble, exactamente de un 116%. Este notable aumento, en el que subyace esa necesidad de encontrar nuevos mercados ante la caída de la demanda interna, se observa también en las cifras nacionales.

De hecho, las empresas exportadoras regulares crecieron en alrededor de 10.000 solamente entre 2012 y 2015, período en el que pasaron de 38.000 a aproximadamente 48.000. Este incremento es vital para la economía nacional, ya que son estas entidades las que tiran del sector exterior, con la consecuente repercusión en el PIB.

Y si ha aumentado el número de empresas que venden al extranjero habitualmente, también lo ha hecho el total de entidades exportadoras, es decir, el conjunto de negocios que factura en el exterior con independencia de que lo haga cada año o solo durante el ejercicio en cuestión. El año pasado fueron, exactamente, 6.694 las empresas de Canarias que vendieron a países extranjeros, la mayor cantidad desde 2010, ejercicio, el tercero que discurrió sumido de lleno en las estrecheces, a partir del cual no han dejado de incrementarse las entidades exportadoras del Archipiélago. Eran 6.306 en 2010, 6.373 en 2011, 6.389 en 2012, 6.443 en 2013, 6.492 en 2014 y las susodichas 6.694 en 2015. Hay que puntualizar, no obstante, que el techo, al que no se ha vuelto a llegar, se alcanzó en 2009, cuando fueron 6.736 las empresas de la región que facturaron en el exterior.

En todo el país, la debilidad de la demanda interna propició el crecimiento de las exportadoras en unas 50.000 entre 2010 y 2013, cuando superaron las 151.000, número que en 2015 se redujo un poco, a algo más de 147.000.

De las casi 6.700 empresas que el año pasado exportaron desde la comunidad autónoma, apenas 29, un 0,4%, facturaron más de cinco millones de euros. Esas 29 entidades son la mayor cantidad de grandes exportadoras que ha tenido la economía canaria en los últimos años (fueron 24 en 2014, 23 en 2013 y 22 en 2012), pero ese 0,4% que representan sobre el total contrasta sobremanera con el dato nacional.

En toda España son casi 5.000, exactamente 4.937 (un 3,3%), las sociedades que venden o vendieron en 2015 al exterior un mínimo de cinco millones de euros, 4.937 sociedades o negocios de los cuales 598 facturaron en exportaciones más de 50 millones de euros y 100, un mínimo de 250.

Esas 29 grandes empresas exportadoras del Archipiélago (o más bien medianas, pues ni una sola supera los 50 millones de facturación por ventas al extranjero) sacaron mercancías por un importe de 391,5 millones de euros. Las 24 de 2014 exportaron por un montante de 302 millones, y las 23 de 2013, por 421 millones de euros, de modo que hubo ese año menos grandes empresas que en 2015, seis menos, pero vendieron más, cerca de 30 millones más. Las principales ventas son de materias primas, productos industriales y bienes de equipo y de productos agroalimentarios.