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La ecotasa de Lobos abre la puerta al cobro por usar los espacios protegidos

Lanzarote contempla la opción de gravar las visitas a Chinijo - Los cabildos de Tenerife, La Palma y La Gomera ven viable pagar en los parques nacionales

Vista general de Playa Mujeres, en la zona de Papagayo, en Lanzarote, lugar donde se paga una tasa por cada vehículo que accede a las playas. LP / DLP

La implantación de una tasa en el islote de Lobos reabre el debate sobre el cobro de precios públicos y tarifas por visitar los espacios naturales protegidos del Archipiélago. La transferencia paulatina de los parques nacionales a los cabildos supondrá a medio plazo que se tenga que pagar por la prestación de determinados servicios, a la vez que las corporaciones insulares insisten en el céntimo verde como fórmula de recaudación de fondos destinados a la conservación y mantenimiento de los parajes naturales para hacer frente al impacto del turismo.

Los cabildos de Tenerife, La Palma y La Gomera tienen entre sus planes cobrar a aquellos visitantes que hagan uso de los parques nacionales existentes en estas islas. No se trata de pagar por acceder a ellos sino por la utilización de los servicios que presten. El Cabildo tinerfeño ya asumió la gestión del Parque del Teide y su consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, explica que en el plan de uso y gestión que elabora la Corporación insular se contempla la opción de cobrar algún tipo de tasa por algunos servicios.

En la misma línea se encuentran Taburiente (La Palma) y Garajonay (La Gomera), parques nacionales que pasarán a manos de los cabildos el próximo 1 de enero de 2017. El consejero de Medio Ambiente del Cabildo palmero, José Luis Perestelo, recuerda que las entradas al parque nacional de la isla bonita están controladas pero no está previsto cobrar por acceder. "Cualquier pago lo vinculamos a la prestación de servicios pero todavía no hay nada en firme, aunque no contemplamos tasas por visitar el parque", agrega Perestelo.

Por su parte, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, adelanta que cuando la Corporación asuma el Parque Nacional de Garajonay en enero la intención no es cobrar por entrar en el espacio protegido pero sí organizar servicios por los que se pueda pagar como es el caso, por ejemplo, de las visitas guiadas.

Lanzarote alberga el único parque nacional, el de Timanfaya, donde se cobra la entrada y el Cabildo conejero lo defiende ya que supone unos cuantiosos ingresos para la conservación del espacio protegido. El consejero de Medio Ambiente lanzaroteño, Marcos Bergaz, afirma que por ahora no se contempla la petición de que Timanfaya pase a ser gestionado por el Cabildo frente a las islas de la provincia occidental, que sí han solicitado el traspaso de los parques nacionales.

La tarifa de Papagayo

En la isla de los volcanes se contempla una posibilidad similar a la de Lobos y es cobrar una tasa por visitar el Archipiélago Chinijo. Bergaz no descarta esta opción cuando se despejen los pleitos judiciales existentes en torno a la titularidad y el uso de este espacio protegido, en el que chocan los intereses públicos con los privados. Por ahora no se ha valorado esta opción pero cuando se elabore el plan rector de uso y gestión "puede ser un planteamiento" a tener en cuenta tal y como ha hecho el Cabildo de Fuerteventura con el islote de Lobos.

En la isla de Lanzarote el Ayuntamiento de Yaiza cuenta desde hace varios años con una tasa de tres euros que se cobra por cada vehículo -las bicicletas están exentas- que entra en el espacio protegido de los Ajaches para disfrutar de las playas de Papagayo. En 2015 entraron en la zona 137.399 coches, lo que ha supuesto unos ingresos para el ayuntamiento de 412.197 euros.

En Gran Canaria, el consejero insular de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, afirma que la Corporación no contempla implantar ecotasas en los espacios protegidos de la Isla y defiende la alternativa planteada por la Fecai y los consejeros de Medio Ambiente de los siete cabildos para crear el céntimo verde, a cargo del impuesto sobre los combustible que recauda el Gobierno canario con el fin de destinar esos fondos -unos ocho millones anuales- a la conservación de los hábitats de las Islas, la reforestación y el mantenimiento adecuado para revertir el impacto del uso de los espacios por los visitantes.

Entre los empresarios turísticos hay división de opiniones y cautela en relación con la tasa de la isla de Lobos. Los empresarios de Lanzarote y Fuerteventura se muestran más tolerantes con la ecotasa y distinguen entre gravar a los turistas que utilizan los servicios que se prestan en un espacio protegido de una tasa turística por cada visitante, a la que se oponen. Sin embargo, las patronales de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife son contrarios a cualquier tipo de tasa o precio por visitar los atractivos naturales de las Islas y no se creen el supuesto carácter finalista de la recaudación para el mantenimiento y conservación de los parajes.

El presidente de la patronal tinerfeña (Ashotel), Jorge Marichal, es contundente y asegura que se trata de un impuesto más para recaudar en un sector como el turístico, que ya tiene bastante presión fiscal encima. "Vamos a dejarnos de tonterías, no está demostrado que la recaudación vaya a invertir y conservar los espacios protegidos, la ecotasa ni sirve para nada ni se sabe para qué se utiliza", advierte el dirigente empresarial, para quien lo sucedido en Baleares no es un ejemplo a seguir.

Por su parte, el presidente de la patronal turística de Las Palmas, Fernando Fraile, también critica cualquier tipo de tasa por visitar los "atractivos naturales" de las Islas. En su opinión, "no podemos discriminar que en unos sitios se cobre y en otros no, las Islas son como un parque temático y cobrar por verlo y disfrutar de él va en contra del principal sector de la economía canaria", asegura.

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