La Confederación Española de Organizaciones Empresariales teme por el futuro de las pensiones en Canarias.

La patronal tinerfeña calcula que el próximo año habrá cerca de 300.000 parados en Canarias, con una tasa de desempleo del 26,9% que sólo empezará a descender de manera progresiva hasta los 200.000 en 2025, cuando aún será del 20%; mientras en España se alcanzará una tasa de desempleo del 7,5% entre 2023 y 2025, no ocurrirá lo mismo en las Islas, con una población más joven que la media nacional y donde, por lo tanto, el envejecimiento de la población no impacta tanto como en el resto del país.

Será a partir del 2017 cuando la CEOE de Tenerife considera que se producirán más defunciones que nacimientos en Canarias, de modo que la pirámide demográfica tenderá a adoptar la forma de triángulo invertido, signo propio de una población envejecida. De hecho, el número de personas menores de 50 años se reducirá en un 19%, mientras que la población mayor de 50 aumentará un 45% en 2030. Por ello, subraya que los desafíos futuros a los que se habrá de enfrentar la economía canaria como consecuencia del envejecimiento de la población serán "el crecimiento potencial de la economía, la sostenibilidad del sistema de pensiones, los hábitos de consumo y de ahorro y las necesidades sociales y sanitarias".

Más economía

En consecuencia, la patronal isleña estima que el ritmo de crecimiento de la economía y, por tanto, del empleo, "deberá ser superior al estimado" en la actualidad por los agentes sociales y económicos. No obstante, para que eso sea posible, avisa en un comunicado al Ejecutivo regional, "es necesario eliminar los obstáculos a nuevas actividades productivas que permitan incrementar la productividad del tejido empresarial existente". En esa línea, la confederación empresarial concluye que "al haber menos personas en edad de trabajar y cada vez más personas de avanzada edad, se genera un problema que gira en torno a la sostenibilidad del sistema de pensiones y al incremento del coste social y sanitario".

La CEOE-Tenerife, que preside José Carlos Francisco, viene haciendo hincapié en los últimos años en la necesidad de remover los obstáculos que frenan la inversión en la Comunidad Autónoma, donde el tiempo de maduración de una inversión empresarial supera en muchos casos los diez años.