El precio de los solares ha encadenado por primera vez desde finales de 2007 dos subidas consecutivas en la comunidad autónoma. Hay que remontarse a casi nueve años atrás, por tanto, para dar con la última vez que el valor medio del metro cuadrado experimentó en las Islas dos alzas seguidas. La crisis de las hipotecas subprime o basura y los duros años que vendrían después, con la consecuente restricción del crédito, llevaron a los precios a tocar fondo. Los poco más de 189 euros que, de media, cuesta el metro cuadrado de suelo urbano en la región aún quedan muy lejos, no obstante, de los años de la burbuja inmobiliaria.

Al cierre de 2007, el precio del suelo destinado a edificación era de 405,4 euros (siempre por metro cuadrado) tras dos trimestres consecutivos de subidas. Estallaba entonces la crisis con aquel primer capítulo de las subprime y comenzaba la progresiva reducción de los precios, el deterioro del mercado inmobiliario y, en definitiva, la llamada crisis del ladrillo. En el período enero-marzo de 2014, según las estadísticas del Ministerio de Fomento, el valor de los solares tocaba fondo: 150,4 euros por metro cuadrado, 255 euros menos que cuando las hipotecas basura anunciaron el cambio de ciclo económico. Con todo, las cosas parecen estar comenzando a cambiar en el sector, cuando menos estadísticamente. Por un lado, los 189,3 euros que marcan el precio actual de los solares en Canarias suponen, aunque lejos de las cantidades previas a la crisis, la mayor cuantía desde el segundo trimestre de 2013 (193 euros); por otro, y sobre todo, se han producido dos incrementos trimestrales consecutivos por primera vez desde 2007 (166 euros en septiembre de 2015, 185 euros en diciembre y 189,3 euros el pasado marzo).

Recuperación del crédito

El presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), Óscar Izquierdo, explica al hilo del tímido aunque estable repunte de los precios del suelo urbano que, en realidad, la demanda de viviendas "nunca ha disminuido". El problema estuvo, en cambio, en el crédito, "que fue el que desapareció", puntualiza. A su juicio, son dos los factores que subyacen en este aparente cambio de ciclo para los sectores inmobiliario y de la construcción: la apertura del grifo del crédito, esto es, que los bancos ya conceden préstamos hipotecarios; y la aún "leve" y "moderada" reactivación del consumo y de la economía en general. "El crédito hipotecario ha vuelto, y ese es un elemento importante en el valor del suelo", ahonda Izquierdo, que avanza que las hipotecas sobre viviendas han aumentado en las Islas cerca de un 32% desde octubre del año pasado.

Desde la otra gran patronal del sector en la región, la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores (AECP) de la provincia de Las Palmas, su presidenta, María de la Salud Gil, se muestra cauta y afirma que esas dos alzas de los precios consecutivas no deben llevar a echar las campanas al vuelo. De hecho, Salud Gil vincula buena parte de esos incrementos al papel de las pujantes sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria, las llamadas socimis. Hay que recordar que una socimi es una empresa que se dedica a adquirir, rehabilitar y promocionar bienes urbanos para su alquiler. Tienen un capital social mínimo de cinco millones de euros y han de contar con al menos 50 accionistas, y en opinión de la dirigente de la AECP, las últimas estadísticas "tienen que ver" con la pujanza que han adquirido estas sociedades. ¿Por qué? Porque las socimis "compran masivamente", recuerda Salud Gil. Isidro Martín, secretario de la junta directiva de Fepeco, comenta cómo las socimis, las actuales estrellas del mercado inmobiliario, pueden hacerse con una cartera de miles y miles de clientes, cuyas propiedades gestiona y a quienes garantiza a cambio un arrendamiento. Y ocurre que entre sus activos están también los terrenos adquiridos que vayan a destinarse al arrendamiento, lo que puede haber tirado de esa alza estadística.

Al margen de las socimis, cuya repercusión ambas patronales comparten, Fepeco se muestra más optimista que la AECP. Mientras que Óscar Izquierdo pone énfasis en el incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social (han aumentado en el sector un 4,05% entre abril y mayo) y confía en que en el segundo semestre del año se desbloqueen nuevos proyectos, Salud Gil avisa que el sector está a las puertas de una nueva recesión "a consecuencia del inmovilismo". La presidente de la AECP de la provincia oriental advierte de que para evitar un nuevo deterioro del ladrillo y retornar a esa senda de "cierta confianza" que había hacia finales del año pasado es primordial "reactivar" la política de rehabilitación de vivienda. Además, Salud Gil pone énfasis en la importancia de que el plan que el Gobierno autonómico prepara con los fondos del extinto IGTE (Impuesto General del Tráfico de Empresas) atienda también las necesidades del sector, cuyo efecto arrastre sobre el resto de la economía es muy alto. "Si a la construcción le va bien, a la economía le irá bien", resume el máximo representante de Fepeco, quien, por el contrario, sí cree que el sector está en una senda, si no de recuperación, sí como mínimo de "estabilización".

Sea como sea, tanto Fepeco como la AECP hacen hincapié en que los empresarios "siguen dando el do de pecho", en palabras de Salud Gil, después de que se pasaran años "muy críticos", asegura Izquierdo, en el período más duro de la crisis.

En lo tocante exclusivamente a las cifras, los 189,3 euros en que Fomento calcula el precio del metro cuadrado de suelo urbano suponen un incremento interanual (en relación con el primer trimestre de 2015) de un 0,4%. Además, y al margen de conllevar un segundo aumento consecutivo por primera vez desde el estallido de la crisis, significan el valor más alto en un comienzo de año desde el primer trimestre de 2012, cuando el precio medio llegó a 206 euros.