Los pasajeros de un vuelo de la compañía Air Europa que debía partir a las ocho de la mañana de ayer desde el Aeropuerto de Gran Canaria con destino a Santiago de Compostela se vieron obligados a quedarse en tierra durante todo el día. Uno de los afectados temía que se trate de "una huelga encubierta", si bien otro pasajero apuntaba que, tras dos intentos de despegue abortados por un problema técnico, la tripulación había cubierto las horas y se había ido a descansar.

Los viajeros denunciaban desde el propio recinto la ausencia de personal de la compañía aérea para tenerles al día de la situación, que afecta a niños y mayores. El último aviso que habían recibido hablaba de que iban a poder partir poco antes de las doce de la noche, aunque temían su cancelación.