La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El negocio alojativo genera 3 millones de toneladas anuales de gases nocivos

El negocio alojativo genera 3 millones de toneladas anuales de gases nocivos

La actividad turística de Gran Canaria supone la emisión a la atmósfera cada año de 3.283.619 toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq, conjunto de gases de efecto invernadero). La mayor parte (85,94%) de dicha contaminación se deriva del traslado a la Isla de los visitantes en avión.

No es por tanto el cielo del Archipiélago el que asume la totalidad de las emisiones, sino que estas se reparten a lo largo del trayecto de las aeronaves, pero en el agregado de la actividad turística se contabilizan como propias. Además, esa es la parte de la contaminación "que no admite modificación", señala el ingeniero Julio Rodríguez, más allá de las mejoras que logre introducir la industria aeronáutica.

"Donde sí debemos actuar es en el destino", explica el autor de la tesis El papel de la movilidad en la sostenibilidad de los destinos turísticos. Caso de Gran Canaria. El resto del impacto que tiene el principal sector económico de las Islas se desglosa en un 13,09% que se deriva de la estancia y otro 0,97% que viene originada por las actividades complementarias que realizan quienes visitan Gran Canaria.

Rodríguez, que ejerce como consultor desde 1991, estima que hay que intentar que los dos últimos porcentajes tiendan a cero. Para ello resulta fundamental incrementar la penetración "de energías renovables", resalta, ya que el consumo eléctrico es el origen de la mayor parte de las emisiones durante la estancia de los turistas en sus hoteles y apartamentos.

El sistema energético canario depende en un 93% de la combustión de hidrocarburos, es decir, de una fuente altamente contaminante, además de cara. Solo el 7% restante de la demanda se cubre en la actualidad con renovables (eólica y fotovoltaica) y esto es lo que determina que el turismo sea más sucio que en otros lugares.

Aparte de ello está la concienciación de quienes nos visitan, que multiplican hasta por tres la generación de residuos sólidos de la población local. "Existe una conciencia ecológica, pero un comportamiento antiecológico; nos rasgamos las vestiduras pero vamos en el coche solos", destaca Rodríguez.

Compartir el artículo

stats