El Consejo de Gobierno bendijo ayer el recorte de las ayudas contempladas en el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) a la leche y el queso amarillo. El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Narvay Quintero, afirmó que la medida "no tiene ninguna incidencia en el abastecimiento ni en el precio" de los productos afectados, mientras que los importadores, que ya expresaron el pasado viernes sus quejas por adelantado, insistieron en que "serán los ciudadanos los que paguen" de su bolsillo el precio de esta decisión.
El presidente de Rodrigonsa, Antonio Rodríguez, señaló que el mercado actual "tiende al low cost, lo que implica márgenes ridiculísimos". Descartó por tanto que sean los beneficios de los importadores los que reciban el impacto del recorte de las ayudas. Por contra, situó las consecuencias en el ámbito de "los precios. Pero eso a los políticos les da igual, lo que les interesa es recaudar", sostuvo Rodríguez, para quien la medida es "una tontería".
Por el contrario, Quintero explicó que la iniciativa, que entrará en vigor en 2017, "mantiene las subvenciones actuales a los productos de primera necesidad" y supone una inyección de 2,1 millones de euros al sector primario de las Islas. La propuesta con la que viaja a Bruselas esta misma semana -debe autorizarla la Comisión Europea (CE)- incluye también una disminución "de la ayuda unitaria a la papa de siembra y a los azúcares importados".
Por su parte, Sebastián Grisaleña, propietario de la empresa importadora Grisaleña, lamentó el "momento de mediocridad" que se vive con el actual Ejecutivo de Canarias. "Estamos en Europa, dentro de un mundo global y de libre comercio, y este Gobierno va en sentido contrario", afirmó.
Quintero recordó que la ayuda del REA al "queso amarillo se reduce, no se elimina", mientras que en el caso de la leche líquida, "está entrando el excedente [europeo]" por "toneladas" y eso hace que los productores canarios vean reducida su capacidad de mantenerse en el mercado. Al respecto, también el presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández, expresó la necesidad de que las ayudas se reduzcan y puso como ejemplo la que recibe la leche en polvo, que "se ha mantenido invariable" mientras el precio en origen del producto se reducía a menos de la mitad.
"Hay que pensar más en lo global y menos en lo pueblerino", sostuvo Grisaleña. Según sus palabras, "lo de menos es el efecto que se provoque sobre el sector importador. Tenemos más imaginación que estos políticos que no nos defienden y lo que me preocupa es que se permita que los ciudadanos paguen cada vez más caros los productos básicos", explicó.
Desde la posición opuesta, Rafael Hernández aseguró que las cosas tienen un valor "y no debe pagarse por ellas más de lo que valen. Los importadores pueden hacer y decir lo que estimen conveniente, pero es así". Además, el dirigente de las organizaciones agrícolas y ganaderas aseguró que el reajuste "es posible sin distorsionar el mercado".
