El Banco Santander ha obtenido un beneficio atribuido de 2.911 millones en los seis primeros meses del año, lo que supone un descenso del 32% respecto al mismo periodo de 2015. El banco atribuye el recorte de su beneficio a la caída de los resultados extraordinarios y a la depreciación frente al euro de las principales divisas de los países donde está presente el grupo.