Los seis grandes bancos españoles -Banco Santander, BBVA, CriteriaCaixa, BFA-Bankia, Sabadell y Banco Popular- resisten holgadamente al peor de los escenarios planteado a finales de 2018 en los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

BFA-Bankia es el grupo español más solvente en el peor escenario de los test de estrés, mientras que en el lado opuesto, con una ratio de capital más ajustada figura el Banco Popular, según los datos publicados.

El examen constata que los seis grandes bancos españoles son capaces de mantener a finales de 2018 un nivel de capital de máxima calidad CET 1 de al menos el 5,5 %, el mínimo que exige el mercado.

En el escenario adverso para 2018, Banco Santander ha obtenido un capital de máxima calidad CET1 del 8,7%, BBVA del 8,3%, el Grupo CriteriaCaixa del 9%, BFA del 10,6%, Banco Sabadell del 8,2% y Banco Popular del 7%. Este nivel de la entidad presidida por Ángel Ron se elevaría al 10,34% si se tiene en cuenta la ampliación de capital de 2.505 millones de euros realizada en junio.

En cuanto al capital con plena implantación de Basilea III, lo que en el argot financiero se conoce como fully loaded, el Santander y BBVA han registrado un capital del 8,2% en el escenario adverso en 2018, la matriz de Caixabank del 7,8%, BFA-Bankia del 9,6%, Banco Sabadell del 8% y Banco Popular del 6,62%, pero del 9,95% contando la ampliación.

A cierre de 2015, Banco Santander contabilizaba un capital CET1 del 12,7% y del 10,2% 'fully loaded', mientras que BBVA del 12% y del 10,3%, respectivamente. La matriz de Caixabank tenía un capital CET1 del 11,7% y un 'fully loaded' del 9,7%, en tanto que la matriz de Bankia del 14,6% y del 13,7%. Tanto el capital CET1 y el 'fully loaded' de Banco Sabadell ascendían al 11,7% a diciembre de 2015. Por último, Banco Popular gozaba de un capital CET1 del 13,1% y de un 'fully loaded' del 10,2%.

En los test de estrés publicados, a los que se han sometido 51 entidades de 15 países de la UE, no hay aprobados ni suspensos, aunque sí suficiente información para que el mercado y los analistas conozcan las fortalezas y debilidades de las distintas entidades.

Las pruebas de la EBA consisten en medir la capacidad de resistencia de la banca a un escenario base en el que la economía no dé grandes sorpresas y otro estresado, realmente el más interesante, para medir su capacidad de resistir futuras turbulencias económicas.

Los seis grandes bancos españoles han tenido que hacer frente a un hipotético escenario en el que el PIB avanza este año un 0,6 %, entra en recesión en 2017 con una caída del 0,8 % y apenas crece en 2018; tres ejercicios en los que el paro sería superior al 21 %.

En el conjunto de la Unión Europea, lo que incluye a países claves para la banca española como Polonia o el Reino Unido, se ha previsto una contracción del 1,2 % este año y del 1,3 % en 2017; en 2018 la economía subiría el 0,7 %.

Más duras aún son las condiciones para Latinoamérica o Turquía, lo que afecta especialmente a Santander y BBVA, puesto que el primero ha tenido que aguantar un escenario en el que la economía de Brasil se hunde un 5,9 % en 2016 y un 0,4 % en 2017, antes de crecer un 2,8 % en 2018.

BBVA, por su parte, ha resistido una hipótesis en la que el PIB turco se desploma un 4,4 % en 2016, aunque crecería un 0,9 y un 3,4 % en los dos años siguientes, mientras que en México, su principal fuente de ingresos, la economía caería un 0,3 % en 2016 y avanzaría un 0,8 y un 2,7 % en 2017 y 2018, respectivamente.