El Banco Popular ha comunicado hoy el nombramiento de Pedro Larena como nuevo consejero delegado, después de que el actual, Francisco Gómez, haya llegado a un acuerdo de prejubilación con la entidad.

En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la entidad agradece a Francisco Gómez "su dedicación durante los treinta años que ha permanecido en el Grupo" y reconoce que durante su gestión "ha impulsado de manera notable la actividad comercial".

Pedro Larena, cuya función principal será la gestión ordinaria del negocio y tendrá la responsabilidad de ejecutar el plan estratégico presentado en la ampliación de capital, "acumula una amplia experiencia en banca minorista, tanto en entidades financieras nacionales, como internacionales".

Según explica la nota, "Popular inicia así una nueva etapa de renovación y reestructuración de su negocio, para lo que ha separado la gestión de la actividad principal de la gestión del negocio inmobiliario y asociado".

El objetivo de esta división es que "una parte de la organización esté centrada en la generación del negocio rentable y recurrente; y la otra, en la reducción de activos no productivos y en la rentabilización del negocio inmobiliario corriente", añade el banco.

Además, la entidad va a emprender "un firme plan de reducción de costes, con el objetivo de optimizar y adecuar la capacidad productiva al nivel de ingresos actual, que se encuentra fuertemente presionado por el entorno de tipos".

El modelo operativo resultante, finaliza la nota, "estará focalizado en la eficiencia y la rentabilidad".

La entidad obtuvo un beneficio neto semestral de 94 millones de euros, tras dedicar todas las ganancias del segundo trimestre a provisiones.

Resultados del primer semestre

Banco Popular registró un beneficio neto atribuido de 94 millones de euros en el primer semestre del año, un 50% menos que el mismo periodo del año anterior, según ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El beneficio neto ordinario de la entidad, exprovisiones extraordinarias, en el primer semestre de 2016, ha sido de 168 millones de euros, un 10,6% menos que en el mismo periodo del año anterior. El banco explica que esta variación se debe a la "intensa reducción de los márgenes" por los bajos tipos de interés, la supresión de las cláusulas suelo y la dotación de 52 millones de euros al Fondo único de Resolución del Banco Central Europeo (BCE).

Con el fin de acelerar el ritmo de desinversiones de activos no productivos y potenciar las fortalezas del negocio principal, la entidad ha destinado 106 millones de euros a provisiones extraordinarias.

Al anticipar dichas provisiones, el beneficio reportado en el segundo trimestre estanco ha sido cero, por lo que el beneficio neto acumulado en el primer semestre de 2016 es de 94 millones de euros.

El margen de intereses experimenta un descenso del 4,1% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando 1.080 millones de euros, una variación que tiene su origen en el impacto de las cláusulas suelo, que ha sido de 47,1 millones de euros, y a la menos aportación de 15 millones de euros a la cartera de renta fija.

Por el contrario, la contribución del negocio típico bancario aumenta en 16,8 millones de euros, y continúa siendo el principal soporte del margen de intereses, según el banco. Excluyendo el impacto de las cláusulas suelo, el margen alcanzaría los 1.127 millones de euros.

El margen bruto se situó en 1.590 millones de euros, un 12,1% menos que el primer semestre. El 85% del mismo lo constituye el margen de intereses y las comisiones, es decir, el negocio recurrente bancario, frente al 78% de hace un año.

El ratio de mora, por su parte, ha descendido por décimo mes consecutivo, hasta situarse en el 12,32%, 36 puntos básicos menos que en el primer trimestre de 2016.

Reestructuración para reducir costes

Por otra parte, el banco ha anunciado la reestructuración de su negocio, para lo que ha separado la gestión de la actividad principal de la gestión del negocio inmobiliario y asociado.

El objetivo de esta división es que una parte de la organización esté centrada en la generación del negocio rentable y recurrente, y la otra en la reducción de activos no productivos y en la rentabilización del negocio inmobiliario corriente.

La entidad también va a emprender un "firme plan" de reducción de costes para optimizar y adecuar la capacidad productiva al nivel de ingresos actual, que se encuentra "fuertemente presionado" por el entorno de tipos. "El modelo operativo resultantes estará focalizado en la eficiencia y la rentabilidad", explica el banco.