BBVA obtuvo un beneficio atribuido de 1.832 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un 33,6% menos que en el mismo periodo de 2015, debido al impacto en sus cuentas de los tipos de cambio y a la ausencia de operaciones corporativas. Sin esos dos efectos, su resultado aumenta un 5,8%.

En el segundo trimestre, la entidad registró su beneficio más elevado del último año, con 1.123 millones de euros, un 58,4% superior al del primer trimestre.

En los resultados de abril a junio, BBVA contabilizó plusvalías brutas de 225 millones de euros por Visa Europe e incluyó entre sus ingresos netos los dividendos de Telefónica y de CNCB, así como una aportación de 122 millones de euros al Fondo Unico de Resolución, cargo que el año pasado se realizó en el cuarto trimestre.

Tras destacar la aceleración en el segundo trimestre del ritmo de crecimiento del beneficio, el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, subrayó que el grupo avanza "de forma decidida" hacia su objetivo de alcanzar un ratio de capital del 11% en 2017. "Estos son unos resultados sólidos", enfatizó.

El banco que preside Francisco González precisó que todas las comparaciones de sus resultados semestrales están impactadas por el cambio de perímetro, debido a la incorporación en abril de 2015 de Catalunya Banc, así como por los efectos de la compra de un 14,89% adicional del banco turco Garanti.

En el balance de los seis primeros meses, BBVA destaca el crecimiento de los ingresos recurrentes, las menores provisiones y el esfuerzo realizado en el control de los costes, a pesar de que siguen afectados por la integración de Catalunya Banc.

Plantilla

Al respecto, Torres descartó ayer, en la rueda de prensa para presentar los resultados corrrespondientes a la primera mitad del año, un Expediente de Reducción de Eempleo (ERE) adicional en España más allá del ajuste de plantilla ejecutado con motivo de la integración de Catalunya Banc, si bien anticipó "medidas adicionales" en todos los países en los que opera el grupo para controlar costes y ganar eficiencia ante la automatización de los procesos.

Torres ha precisó que estas medidas no implicarán necesariamente reducción de plantilla, aunque prevé que las salidas de personal en el grupo se mantengan como en los últimos tres años. "La eficiencia es una prioridad y lo seguirá siendo", afirmó Torres .

El 'número dos' de BBVA enmarcó esta estrategia en el contexto de bajos tipos de interés y la escasez de márgenes. "Pondremos especialmente el foco en costes", ha afirmado, para después esgrimir la falta de crecimiento de la actividad en España y Estados Unidos.