La venta de viviendas de segunda mano superó en junio los niveles precrisis en Canarias. Según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en las Islas se negociaron 1.620 casas usadas, 219 más (15,6%) que en el sexto mes de 2007.

No obstante, la compraventa de vivienda nueva rebaja la euforia, ya que se encuentra muy por debajo de la intensidad que reflejaba antes del crack económico. Los 426 inmuebles habitables a estrenar que se facturaron en junio son 780 menos (-64,6%) que hace nueve años.

El impulso que cobra la colocación de vivienda usada frente a la nueva responde a diversos factores. Por un lado, todas las moradas no estrenadas que se adjudicó la banca en virtud de ejecuciones hipotecarias -promociones totalmente construidas- computan como de segunda mano al haber estado escrituradas a nombre de más de un propietario. Y eso mismo reduce el mercado de vivienda nueva, ya de por sí contraído ante la drástica ralentización de la construcción en comparación con la etapa previa al estallido de la burbuja.

Sumadas nuevas y usadas, el Archipiélago fue escenario del traspaso de la propiedad de 2.046 casas durante el mes de junio, lo que supone un incremento del 16,5% con respecto al mismo mes de 2015. Esta subida fue inferior a la alcanzada en el conjunto del Estado (19,4%). Baleares (36,2%), Cataluña (34,4%) y Castilla-La Mancha fueron las comunidades autónomas que con mayor determinación tiraron del sector.

En cuanto al número de viviendas vendidas por cada 100.000 habitantes, las Islas aparecen en tercer lugar (118), solo por detrás de Baleares (136) y Comunidad Valenciana (128).