El definitivo despegue de la energía eólica en Canarias cubre etapas pero no logra sortear todas las dificultades para hacerse realidad con toda la fuerza posible. Crecen las dudas entre los promotores de varios de los parques al ver pasar los meses y comprobar que algunas de las subestaciones donde deben conectar sus aerogeneradores no han comenzado a construirse y tampoco se atisba una fecha para el inicio los trabajos.
Los molinos tienen un plazo de 24 meses para estar girando a contar desde que se inscribieron en el cupo que da derecho a percibir la retribución específica para Canarias; unos 86 euros por megavatio hora. Sirva como ejemplo que la subestación de Arinaga, donde deben verter su energía la mayoría de los parques del Sureste de Gran Canaria, la zona de mayor intensidad de viento de la Isla, no está iniciada.
Red Eléctrica de España (REE), operador del sistema eléctrico y, por tanto, encargada de ponerla en pie, ha reiterado en numerosas ocasiones que no podrá atribuírsele el haber frenado la entrada de renovables en las Islas. No todo depende de la empresa que preside José Folgado.
Trámite cubierto
Continuando con la subestación de Arinaga, sí tiene cubierto ya todo el trámite burocrático, es decir, cuenta con autorización administrativa para construirse. El directivo de REE Carlos López se reunió hace 17 días en Gran Canaria con varios promotores eólicos y así lo aseguró. Ahora bien, la puesta en marcha viene explicada también por dos líneas eléctricas: una a la subestación de Escobar, cuyas obras tampoco han comenzado, y otra a la central de (Juan Grande. Esta última requiere que se entiendan Endesa y REE, y la relación entre estas empresas no es la mejor. Además, ninguno de los dos tendidos tiene autorización administrativa.
Este retraso redunda en que los planes de viabilidad de los parques estén en el aire, ya que no saben qué precio se les va a pagar por la energía que generen; menor si no están instalados a tiempo. Por ello, los inversores se topan con un muro a la hora de encontrar financiación. ¿Quién presta sin saber los ingresos que tendrá el negocio?
Así las cosas, el planteamiento más lógico pasa por que Canarias negocie con el Ministerio de Industria y Energía una prórroga o, incluso, la eliminación de los plazos, carentes de sentido habida cuenta de que un aerogenerador instalado en las Islas supone tanto ahorro para el sistema eléctrico un 31 de diciembre como un 1 de enero.
Sin embargo, el Gobierno de España está en funciones y, por lo tanto no hay con quién negociar. Lo explicó con claridad el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Ejecutivo de Canarias, Pedro Ortega, al término del último Consejo de Gobierno: "Yo quisiera ser optimista y pensar que cuando haya un nuevo Gobierno [central] lo que consigamos sea lo mejor para Canarias, que no es otra cosa que alcanzar el máximo de energías renovables".
Lo que tiene claro Ortega es que no ha de esperar a ese momento para continuar avanzando en la aprobación de parques eólicos. Desde hace ya meses, rara es la reunión del Gabinete del presidente Fernando Clavijo que no se salda con el visto bueno a varios proyectos. "Nos urge", señaló Ortega en referencia a la necesidad de que los 436,3 megavatios inscritos en el cupo eólico "dejen de ser un expediente para ser energía eólica".
A final de mes -el día 29 vuelve a reunirse el Consejo de Gobierno- serán 33 los parques que habrán recibido luz verde regional, incluido uno de 26 megavatios que no está dentro del cupo con derecho a retribución específica.
A la espera de volver a tener interlocutores válidos en Madrid, la partida también se juega en Europa. En la Cumbre de Presidentes de las regiones ultraperiféricas de septiembre se presentará la Red RUP de Energía, que demandará de la Unión Europea un trato específico que garantice la penetración de las renovables en estas regiones.
