El principal motor de la economía canaria, el turismo, sigue dando muestras de su formidable estado de salud. El Archipiélago no solo se situó en julio como la segunda región española con mayor grado de ocupación de sus plazas hoteleras al registrar una tasa del 84,9% -solo por detrás de Baleares (91,35%)-, sino que también fue la comunidad autónoma que presentó la estancia media más amplia (7,6 días), un tiempo prácticamente idéntico al anotado doce meses antes (7,59).
Pese a que el verano no es la temporada alta de las Islas, el número de pernoctaciones en los establecimientos del Archipiélago aumentó en julio un 10,69% (+637.928) con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Esta subida responde, en buena medida, a la cifra de noches que pasaron los turistas extranjeros en los alojamientos de las Islas (5,58 millones), lo que convirtió a la región en el tercer destino español favorito de los viajeros procedentes de otros países. De hecho, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados ayer en su encuesta Coyuntura Turística Hotelera, el alza es aún mayor, del 19,91%, si se tiene en cuenta las cifras de junio. La situación de inestabilidad e inseguridad que presentan algunos países competidores, como Túnez, Egipto o Turquía, está produciendo una desviación de turistas hacia el Archipiélago, una circunstancia que se están reflejando en los indicadores del sector hotelero canario.
Continuidad de la "racha"
"Esto no es más que seguir una racha que se viene dando durante los últimos tres años", explicó ayer el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de las Palmas, Fernando Fraile, tras conocer estas cifras. No en vano, la ocupación de julio es la segunda más alta que han presentado los establecimientos de las Islas desde 1999, solo superada por el 87,04% de agosto de 2015.
Para Fraile, ésta puede ser aún mayor este mes a pesar de que buena parte del turismo local regresa a su lugar de origen entre los días 20 y 25 para preparar, según señaló, la vuelta al colegio de los menores. Respecto a la estancia media, el presidente de la patronal celebra que ésta se mantenga prácticamente invariable que hace un año. "Uno de los problemas que estamos teniendo es que aumentamos la ocupación, pero bajamos ligeramente los días de permanencia, con lo que hay que hacer un esfuerzo mayor para cubrir esa pequeña falta de pernoctaciones. Por eso nos alegramos de que ese indicador se mantenga estable", subrayó.
Sin embargo, estos buenos registros no se han traducido en la mejor rentabilidad para el sector hotelero de la región, que se vio superado por cinco comunidades autónomas en lo que a este indicador se refiere.
La facturación media diaria de los hoteles isleños por cada habitación ocupada (ADR) fue de 88,14 euros en julio, lo que supuso un aumento del 4,49% respecto al mismo mes del año pasado. Pero a pesar de este alza, la rentabilidad se situó por debajo de la media nacional, enclavada en 93,23 euros.
Fraile resume en dos los factores que condujeron a la región a esta situación. De un lado, a que el verano es la temporada alta del Archipiélago, con lo que a los turoperadores "les cuesta trabajo" vender los precios que ofertan en Baleares o la Costa Mediterránea, "donde la temporada sí es alta y hay una grandísima demanda". De otro, a la reserva de vacaciones anticipada. El presidente de la patronal hotelera expone que hace año y medio no se preveían unas tasas de ocupación tan altas, por lo que muchos establecimientos optaron por el early booking, una fórmula de descuento para garantizar las contrataciones lo antes posible. Al final, y a pesar de que el índice de precios hoteleros creció en julio un 8% en comparación al mismo mes del ejercicio anterior, los operadores turísticos registraron muchas ventas con bastante tiempo de antelación, con lo que al final se produce "un gran descuento y el precio baja".
En cambio, el ingreso medio diario por habitación disponible posicionó por encima de la cifra del conjunto nacional. Así, éste fue de 76,71 euros por habitación -un 13,76% más que un año antes- frente a los 69,64 euros de la media española.
