El consorcio automovilístico alemán Volkswagen ha alcanzado un principio de acuerdo para compensar a sus 650 concesionarios en Estados Unidos en relación con el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno de vehículos diésel cuando estaban siendo objeto de pruebas de laboratorio, aunque los términos económicos del pacto no se han desvelado. Los puntos de venta se vieron obligados a paralizar durante cerca de un año las ventas.