Más de 40.000 trabajadores canarios han sufrido un expediente de regulación de empleo (ERE) desde el comienzo de la crisis económica en 2008. Entre el 1 de enero de ese año y el último 30 de junio, los asalariados afectados por un ERE en la Comunidad Autónoma fueron, exactamente, 40.936, según las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Un total que se divide prácticamente a un 50% entre las dos provincias del Archipiélago. Fueron 21.134 los empleados de la demarcación de Las Palmas en esa situación, menos de un 52%, y 19.802 los de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Todos ellos tuvieron que pasar el trance de quedarse sin trabajo definitiva o temporalmente o el de acatar el recorte de su jornada laboral y, consecuentemente, el del sueldo.
La recopilación de datos sobre los ERE permite comprobar la evolución de la crisis ya desde un primer vistazo. El inicio del largo período de estrecheces tuvo lugar en octubre de 2007 con aquel primer capítulo de las hipotecas subprime o basura. Ese año, cuando no fueron pocos quienes negaron que la desconfianza crediticia fuera a desembocar en la profunda crisis financiera posterior (incluida la de la burbuja inmobiliaria en España), los trabajadores que tuvieron que soportar un ERE en las Islas sumaron 1.204. En 2008, el año de la sacudida bursátil, aquellos 1.204 asalariados de la región afectados por expedientes de regulación de empleo ya aumentaron levemente, hasta 1.629. Y a partir de 2009, cuando el susto en los mercados se coló de lleno en los bolsillos de los ciudadanos y en las cajas de las empresas, el número de trabajadores inmerso en un ERE se disparó sobremanera: 4.586 en 2010, 5.714 en 2011, la friolera de 11.133 en 2012 y 8.583 en 2013. En otras palabras: los asalariados canarios afectados por este tipo de expediente fueron en 2011 (el ejercicio en que la estadística tocó techo) un 825% más que antes de la crisis.
Si las estrecheces económicas y presupuestarias subyacen en ese extraordinario aumento, también la mejora de la situación (y el hecho de que la mayoría de las empresas no pueda ya expulsar a más trabajadores, puntualizan desde los sindicatos) está detrás de la reducción que empezó en 2014. Aquellos 8.583 empleados que habían sufrido un ERE en 2013 se redujeron durante el siguiente ejercicio a 2.650 e incluso a menos el año pasado, a solamente 2.125, la cifra más baja desde aquellos poco más de 1.200 de 2007.
Último semestre
Los últimos datos del Ministerio que dirige en funciones Fátima Báñez, correspondientes al primer semestre de este año, revelan que los asalariados abocados a acatar un ERE fueron casi 48.000 en toda España. Una cantidad de la que 785 son trabajadores de la Comunidad Autónoma, cerca de un 37% menos que en los seis primeros meses de 2015. Así, el Archipiélago figura entre las cuatro regiones del país con mayor descenso interanual, lo que pone de manifiesto que los ejercicios en que la estadística tocaba techo una y otra vez ya han quedado atrás, cuando menos por el momento. De esos 785 empleados que sufrieron un ERE en las Islas en los últimos meses, 198 fueron parte de un despido colectivo, 529 vieron cómo sus contratos quedaban en suspenso y el resto, 58, tuvo que aceptar una reducción de jornada.
En cuanto a las cifras estrictamente nacionales, las 47.792 personas afectadas por estos procesos son 8.517 menos que en la primera mitad del año pasado. Las empresas que adoptaron medidas de este tipo en el período en cuestión fueron un total de 2.472, 1.036 sociedades menos que en enero-junio de 2015, lo que significa un descenso de un 29,5%. Más de 13.000 de esos 48.000 asalariados fueron despedidos en un proceso colectivo.
