Las estadísticas de la Dirección General del Catastro permiten descubrir que la mayor parte de esos 1.200 grandes propietarios con más de medio centenar de inmuebles en la Comunidad Autónoma es de la provincia de Las Palmas. En concreto, los datos del organismo dependiente del Ministerio que dirige en funciones Cristóbal Montoro cifran en unos 700 los dueños de al menos 51 bienes raíces en las islas orientales, mientras que son solamente 500 en la demarcación de Santa Cruz de Tenerife.
En cuanto al grupo de personas, físicas y jurídicas, que posee más de diez propiedades en el Archipiélago, alrededor de 7.800 son de la provincia de Las Palmas (un 98% más que antes de la crisis, es decir, prácticamente el doble) y aproximadamente 6.500 de las islas occidentales (un 107% más, esto es, más del doble). En consecuencia, ese sensible incremento de los multipropietarios a lo largo de la crisis económica se produjo casi por igual en ambas demarcaciones de la región.
El hecho de que los poseedores de más de diez inmuebles en las Islas se duplicaran durante la Gran Recesión contrasta con el mucho más débil aumento del grupo de quienes cuentan con una sola propiedad, mayoritariamente la vivienda familiar. En 2006, justo el ejercicio anterior a la crisis de las hipotecas subprime, eran poco menos de 489.000 quienes tenían un bien inmobiliario urbano en el Archipiélago. Diez años después son unos 622.000, un 27% más, un porcentaje que evidencia un ritmo de crecimiento mucho más lento que en la etapa inmediatamente anterior, la del boom inmobiliario, y que, por tanto, desvela cómo la crisis sí afectó a las clases menos pudientes.
En definitiva, mientras que los propietarios de más de diez inmuebles se duplicaron, los de solamente uno se incrementaron solo un 27%.
