Dar el "sí, quiero" bajo la atenta mirada del Roque Bentayga en Tejeda, rodeado de la naturaleza árida o verde de Lanzarote y La Palma, en una 'isla' con forma de corazón en el sur de Gran Canaria o en cualquier finca o playa del Archipiélago está en auge. El sector de las bodas en Canarias está viviendo su particular luna de miel tras el incremento del número de enlaces en las Islas, avivado, principalmente, por la incipiente recuperación económica. Para este año vaticina superar con creces el número de matrimonios de ejercicios anteriores, -algunos organizadores de este tipo de ceremonias afirma, incluso, que se han duplicado-, siguiendo la tendencia al alza registrada desde 2011. Entre ese año y 2015, el número de matrimonios creció casi un 22%, al pasar de 5.644 a 6.865, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística.
La Ley de Jurisdicción Voluntaria, que entró en vigor el 23 de julio de 2015, actuó como trampolín para el incremento de las bodas. Esta norma abrió la posibilidad de que los notarios, además de divorciar, también pudieran casar. En su primer año de vida, 90 parejas en las Islas acudieron a esta figura para contraer matrimonio. Desde el Consejo General del Notariado se apunta a que el precio del enlace en estos casos va desde los 100 euros hasta los 160 -coste fijado a través de un arancel por ser funcionarios públicos-, debido a que el importe final varía en función de si la celebración coincide con un día festivo o laborable o si el notario tiene que desplazarse.
El coste medio de una boda en Canarias oscila entre los 25.000 y 30.000 euros, según especialistas en este sector. El importante desembolso que conlleva este tipo de celebraciones ha llevado al Ejecutivo regional a vender al Archipiélago como destino de bodas y viajes románticos. Para ello, Turismo Promotur ha lanzado la página web www.siquieroislascanarias.com en cinco idiomas -español, inglés, alemán, francés e italiano-. El objetivo es consolidar e incrementar el número de parejas que visitan las Islas -en 2015 representaron el 48% del total- y generan un gasto mayor a la media de viajeros. El clima, la diversidad de paisajes naturales, el incremento de la conectividad y la especialización de establecimientos hoteleros son los principales elementos sobre los que se apoya la promoción, sostiene María Méndez, gerente de Promotur. "Es un mercado creciente y tiene sus ventajas", afirma.
Anfi del Mar, uno de los establecimientos hoteleros del Grupo Anfi, decidió apostar por este sector. Al año acogen una media de 20 ceremonias, pero en lo que va de 2016, esta cifra ya se ha duplicado. Maroa Club de Mar se encarga de la organización de las bodas y su director, Maxime Percy, señala que la actividad con respecto a 2015 ha subido un 100%. La mitad de los enlaces que organiza tiene como protagonistas a extranjeros, principalmente ingleses y noruegos. Percy expone que ofrecen la posibilidad de casarse en un "entorno idílico", compuesto por palmeras, fruta local, arena y un beach club sobre una 'isla' que tiene forma de corazón, algo que sin duda llama la atención de las parejas.
Los turistas que vienen a casarse a las Islas no solo efectúan el gasto de la boda, sino que también deciden quedarse unos días en las Islas y traen, junto a ellos, a numerosos invitados que también optan por pasar un periodo de asueto en el Archipiélago.
En el Parador de Tejeda vienen notado este fenómeno desde hace unos años. Su director, Gonzalo Alejo, apunta a que han consolido en ese mercado -si el pasado año acogieron 20 ceremonias, este, al menos, subirá a 25-, por lo que han sacado una tarifa especial para invitados de bodas -una habitación doble cuesta 45 euros por persona, tiene desayuno incluido y se regala el servicio de spa-. Alejo explica, además, que cuando acogen un enlace, en torno al 75% del parador se ocupa.
Los wedding planners, organizadores de bodas, también perciben un incremento de la actividad. Ann Leneghan, en Lanzarote, ya tiene programadas 45 para 2017; Susanne Gabriele Langford, en La Palma, ha visto como su negocio ha ido creciendo en sus cinco años de vida, y Jessica Copelo, de Mariposas Blancas, organizó en Gran Canaria 17 en 2015. Este año contará 22, de las que 18 ya se han producido.
"La gente se está animando a casar con menos miedo a gastar", indica Copelo, quien añade que ahora los novios apuestan por bodas más personalizadas con la creación de espacios -como un rincón para colgar los tacones o barra libre de donuts- que definan a los novios.
Y precisamente la cinematografía de bodas responde a este anhelo de las parejas, tal y como señala Antonio Domingo Pérez, videógrafo de Reflejos Digitales. "A la recuperación económica se suma el asentamiento de un concepto que antes era más aleatorio", por lo que, explica, cada vez más novios optan por invertir en un vídeo "del que estén orgullosos de enseñar".
Los regalos de boda, por otra parte, también juegan un papel relevante en este sector. Según un estudio de Zankyou, la web de bodas más visitada a nivel mundial y con presencia en más de 20 países, Canarias es la segunda comunidad española en la que menos dinero gastan los invitados, 222 euros, muy alejada del importe que desembolsan en País Vasco, que asciende a 319.
