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En busca de los ahorros perdidos

Carlos González, de 75 años, destinó 300.000 euros en 2006 a un producto financiero del que solo recuperó un 30%

Varios afectados, ayer, durante la conferencia de la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Consumidores. J. C. C.

Frustración e impotencia. Esos son los principales sentimientos que sienten las personas que han perdido buena parte de sus ahorros tras invertir en productos financieros de los que, supuestamente, no se les informó de forma adecuada. Carlos González, jubilado de 75 años, destinó hace diez años 300.000 euros al depósito Reverse del Banco Santander -un tipo de fondo por el que podría obtener una rentabilidad alta siempre que unos activos de referencia se mantuviesen por encima de un precio determinado-. "Perdí 210.000 euros, el 70% de lo invertido", señala. Ayer, González acudió esperanzado a una sesión informativa que la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Consumidores (Apdef) organizó en la capital grancanaria. El fin era mostrar a los afectados por activos tóxicos las posibilidades que tienen de recuperar sus ahorros.

González, que trabajó hasta marzo de este año, explica que nunca se interesó por invertir en ese tipo de producto. "Me vinieron a buscar a mí y me hicieron creer que podría perder el 30% cuando en realidad era el 70%", mantiene. Sin embargo, este jubilado residente en Las Palmas de Gran Canaria nunca ha presentado una demanda porque hasta ahora le han dicho que el dinero "es irrecuperable".

El presidente de la Apdef, Francisco García Rafanell, sostiene que en "España hay poca tradición de reclamar judicialmente" porque, "de entrada, no hay mucha confianza en los abogados". Por eso, en la conferencia de ayer, el objetivo fue asesorar a los afectados por casos semejantes a los de Carlos González -principalmente aquellos que han perdido dinero por invertir en valores de esa entidad financiera, en bonos del Banco Popular o por cláusulas suelo abusivas en las hipotecas contratadas-, y mostrarles que a través de la vía judicial sí hay razones para tener esperanza.

En Canarias la Asociación ya ha reclamado en torno a cinco millones de euros -tres millones por afectados residentes en Gran Canaria, uno en Tenerife y otro medio millón entre Lanzarote y Fuerteventura-. En total, son 350 las demandas interpuestas y ya han conseguido que parte de los afectados recuperen 2,5 millones. El resto de reclamaciones aún siguen su curso judicial, pero García Rafanell expone que el 90% de los casos obtienen sentencias favorables al consumidor.

El "pardillo perfecto"

Para no llegar a estos extremos, y por experiencia propia, González aconseja a quienes decidan invertir en algún producto bancario que cuenten con la ayuda de un asesor financiero y un abogado. Así, apunta, podrán tener la certeza de "si es bueno o malo". A él, asegura, le propusieron invertir porque era, tal y como le llegaron a decir dos amigos que trabajaban en la entidad financiera, el "pardillo perfecto". El jubilado contaba en aquel entonces con un paquete de acciones y un fondo de pensiones. Eso, indica, hizo que los comerciales del banco se pusieran en contacto con él.

Algo similar le ocurrió a José Domingo Navarro, funcionario de 54 años. Invirtió 20.000 euros en 2007 porque, según recuerda, le vendieron unos valores como si fuese un producto a plazo fijo con alta rentabilidad. Navarro dice que a él también le recomendaron sacar productividad de su dinero de ese modo, pero al final perdió más de la mitad de la inversión porque no le advirtieron de todos los riesgos a los que se enfrentaba.

"Si no hubiera tenido dinero no me habrían llamado", comenta. Pero este funcionario no solo lamenta haber perdido los ahorros conseguidos a lo largo de su vida, sino también la sensación de impotencia que siente tras el "engaño". "¿Y si a mí me consiguieron a engañar, qué habrán hecho con jubilados con menor preparación que la mía?", se pregunta.

Navarro no se fía desde entonces de las entidades financieras. "Cuando el ahorro se dilapida, desconfías mucho de los bancos", señala. Y al igual que González, él aún no ha dado el paso de presentar una demanda ante la Justicia. Pero sí lo hará ahora porque ha visto que se han ganado muchos casos en todo el país.

El presidente de la Apdef sostiene que la mayor parte de los productos "mal comercializados por la banca" incurren en una "falta de información al consumidor". Sostiene, además, que ya existe jurisprudencia consolidada por parte del Tribunal Supremo para casos de este tipo. Según defiende, cuando una persona no tiene todos los datos necesarios antes de invertir, provoca que cuando firme no sepa lo que está suscribiendo.

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