"Al presidente Mariano Rajoy le doy las gracias por haberme dado la oportunidad de hacer este servicio a mi país, y al resto de mis compañeros de Gobierno, especialmente a José Manuel Soria, por su aportación". Así agradece el ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos Jurado (Madrid, 1960), en su último libro, España amenazada. De cómo evitamos el rescate y la economía española recuperó el crecimiento (Ediciones Península, 2016; 18 euros), a sus compañeros de gabinete desde 2011.
Aunque las dos páginas de agradecimiento incluyen los nombres de miembros de su equipo y de familiares directos, el responsable de Economía sólo menciona de manera expresa entre todos los miembros del Consejo de Ministros al jefe del Ejecutivo estatal en funciones, autor del prólogo de España amenazada, y al extitular de Industria, Energía y Turismo y expresidente del Partido Popular (PP) de Canarias, obligado a renunciar de todos sus cargos políticos el pasado abril como consecuencia de la aparición de su nombre en los denominados papeles de Panamá. Tanto De Guindos como Soria pertenecen al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estados, altos funcionarios conocidos como tecos, desde 1984, cuando el actual ministro obtuvo la mejor puntuación en las oposiciones y el titular de sociedades en los paraísos fiscales de Bahamas y Jersey se situó como penúltimo del concurso.
Estudiante en la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos) tras su cese, José Manuel Soria no acudió ayer a la presentación del libro de su compañero en la promoción del 84, con asistencia de Mariano Rajoy. El evento celebrado en la sede de la Fundación Rafael del Pino, en Madrid, se produjo justo una jornada después de la comparecencia de Luis de Guindos en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para explicar la frustrada candidatura de Soria a un cargo de director ejecutivo del Banco Mundial, una renuncia "a petición del Gobierno" tras la "desproporcionada" utilización política de la propuesta realizada desde el Ministerio de Economía.
En la Cámara Baja, el ministro de Economía reveló que el extitular de Industria se encuentra en excedencia voluntaria, pese a que Rajoy justificó la fallida candidatura en la reincorporación a su puesto de funcionario. La presidenta del Congreso de los Diputados, la popular Ana Pastor, decidió ayer fijar el 27 de septiembre a las 16.00 horas la sesión plenaria demandada por la oposición para que Luis de Guindos explique el caso Soria.
Además del agradecimiento expreso, De Guindos cita a Soria en otras dos ocasiones a lo largo de las 186 páginas de España amenazada, disponible desde ayer en las principales librerías del Archipiélago. No obstante, las dos referencias al también exalcalde de Las Palmas de Gran Canaria y expresidente del Cabildo grancanario, entre otros cargos electos, resultan tangenciales, apenas para citar su presencia en una reunión o su apoyo a una medida.
Z Subida de impuestos
La primera alusión a Soria se incluye en el segundo capítulo, titulado Las primeras medidas (Los ajustes para reconducir el déficit y los primeros datos sobre el sector financiero), cuando el economista madrileño relata las semanas posteriores a la victoria con mayoría absoluta del PP en las elecciones generales de noviembre de 2011. Tras la propuesta telefónica de Rajoy, la configuración personal de su equipo y la toma de posesión como ministro, Luis De Guindos asistió a una reunión convocada por el presidente en La Moncloa junto, además del ministro de Industria, a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que cifró el déficit público en el 8% y planteó una subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas(IRPF) para paliar una desviación de 27.000 millones de euros frente a la propuesta del responsable de Economía de aumentar el IVA.
"Rajoy respaldó a Montoro en esta ocasión aunque al final, solo unos meses más tarde, hubo que subir también el IVA", recuerda De Guindos sobre los aumentos fiscales decretados después de prometer una bajada impositiva durante la campaña electoral. El también secretario de Estado de Economía durante el periodo 1996-1994, con el popular José María Aznar al frente del Gobierno, no detalla la postura de Soria en aquella ocasión, pero sí en la segunda referencia al economista canario.
Z Saneamiento financiero
En el tercer capítulo, Las tres reformas (El mercado laboral, la Ley de Estabilidad Financiera y el sector financiero se transforman), De Guindos cuenta el decreto aprobado para sanear las entidades bancarias afectadas por 50.000 millones de activos de la burbuja inmobiliaria, ley que incluía la limitación en las remuneraciones de los directivos del sector.
"Políticamente era el aspecto más delicado de esta primera reforma", apunta el titular de Economía, en referencia a las acusaciones de "demonizar" a los banqueros. "Tuve el apoyo del presidente Rajoy y, de forma explícita, de los ministros José Manuel Soria (Industria) y García Margallo (Asuntos Exteriores)", rememora Luis de Guindos como última referencia al popular canario.
Z Lehman Brothers
En primera persona y lenguaje ameno, expresiones coloquiales incluidas, el ministro de Economía en funciones detalla la "gravísima y profunda recesión" desatada en España durante 2012 y las medidas adoptadas contra una crisis que, "a día de hoy, aún no está superada del todo".
Además de responsabilizar del hundimiento económico español al "tenaz empeño en ignorar los problemas" y a la "política del pirómano" aplicada por los anteriores gobiernos socialistas, presididos por José Luis Rodríguez Zapatero, De Guindos desdeña su papel como máxima responsable para la península Ibérica de Lehman Brothers, después de apuntar que la negativa estadounidense a rescatar la entidad "fue lo que amplió la magnitud de la onda expansiva".
A su juicio, "en la caída de Lehman, la filial europea y mucho menos la española tuvieron poco o nada que ver, ya que las estrategias se fijaban en la sede de Nueva York".
Z Rescate europeo
El ministro Competitividad en funciones sitúa llos "momentos más críticos" de la historia reciente de España a finales de julio de 2012. "Fue cuando más cerca estuvimos de pedir el rescate (...) Expliqué a Schauble [Wolfang, ministro alemán de Finanzas] que España estaba en una situación límite, que el Tesoro español solo podía aguantar un mes, es decir se quedaba sin fondos para poder pagar las pensiones, las prestaciones por desempleo o los sueldos de los funcionarios", admite De Guindos, que incluso presentó sin éxito a la Comisión Europea "un rescate light del Fondo Monetario Internacional".
Durante la presentación, Luis de Guindos advirtió ayer con una situación económica similar si España no es capaz de "salir del atolladero" de la falta de Gobierno. En su opinión, "España no se puede permitir quebrar la recuperación que se inició hace dos años y medio ni tirar por la borda el esfuerzo realizado en un contexto, además, de incertidumbre".
Z Amenaza catalana
En el capítulo El rescate de las comunidades, De Guindos desvela que la Generalitat, por entonces presidida por Convergència i Unió, solicitó un anticipo para afrontar un vencimiento en el mercado de capitales, pero la "sorpresa" llegó cuando planteó un impago para destinar los fondos a otros asuntos. "Nos llegaron a decir que dejar de hacer frente a esos pagos (farmacias y entidades sociales) era abonar el terreno para el independentismo", escribe el ministro económico antes de concluir que el conflicto se solucionó "gracias al sentido común que, con bastante dificultad a veces, suele casi siempre abrirse paso".
Z 'Disparos' por Bankia
Entre tanta tensión por la crisis económica, Luis de Guindos también destaca los conflictos desatados con Rodrigo Rato, ministro de Economía en anteriores gobiernos populares, durante su etapa al frente de Bankia. "Digamos que las balas me silbaban muy cerca. Alguna inquietud y situación tensa tuve en aquellos días, pero mi seguridad era que contaba con el respaldo del presidente del Gobierno", argumenta el actual ministro de Economía en referencia a su denuncia a la Fiscalía Anticorrupción de las tarjetas black de Bankia, entidad que Rato pretendió fusionar con La Caixa y después se resistió a abandonar.
