La mayor parte de los 15,5 millones de euros que los exresponsables de Caja Madrid gastaron en 14 años con sus tarjetas opacas fueron a parar a restaurantes, hoteles y tiendas de ropa de lujo, aunque no faltaron los que sufragaron con ellas billetes de metro o peajes de autopista.

El desglose de los gastos efectuados por varias decenas de exconsejeros y exdirectivos entre 2003 y 2012 con sus visas ha desvelado miles de movimientos y todo tipo de gastos de carácter personal, como los 9.000 euros que se dejó el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa en una sola noche en el hotel Ritz o los 3.500 que su sucesor, Rodrigo Rato, destinó a bebidas alcohólicas de una tacada. El mismo día en que cedió el testigo a Rato al frente de la entidad, el 28 de enero de 2010, Blesa hizo su última compra dejándose 4.000 euros en productos de informática y telefonía, de los 436.688,42 en total que sufragó la caja.

Durante los siete años anteriores, las más de 1.600 veces que usó su visa fue para costearse restaurantes de lujo, hoteles de cinco estrellas, joye- rías, un viaje a Sudáfrica pagado el día de su cumpleaños, ropa de marcas exclusivas y frecuentes compras en una reconocida tienda de vinos, mezclados con establecimientos de comida rápida, gasolineras y peajes de autopistas. Solo tres días después de su debut como presidente de Caja Madrid, Rato pagó 90 euros en una gasolinera para estrenar su tarjeta, que en los dos años siguientes empleó para dejarse 2.439 euros de una sola vez en una tienda de arte sacro o 2.172 en cinco días de febrero de 2011 en "clubs, salas de fiesta, pubs, discotecas y bares". En total, el ex vicepresidente del Gobierno disfrutó de 99.037 euros.

Inicio del juicio oral

Junto a Blesa y Rato, otros 63 directivos de Caja Madrid y Bankia se sientan desde hoy en el banquillo acusados de administración desleal y apropiación indebida por el caso de las tarjetas opacas, juicio oral ordenado en febrero por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu al reconocer indicios suficientes de los delitos.

Bankia-BFA y el FROB ejercen la acusación particular, en tanto que la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) y la CGT, la acusación popular. Anticorrupción pide 4, 5 y 6 años de cárcel para Rato y Blesa, respectivamente, en tanto que el FROB y la propia Bankia solicitan entre 6 y 10 años a los exmiembros del consejo.