Las acciones de Deutsche Bank se depreció más de un 7% durante la sesión bursátil de ayer en la Bolsa de Fráncfort hasta alcanzar sus mínimos históricos, después de que la canciller alemana, Angela Merkel, descartase el pasado viernes inyectar capital público en el principal banco de Alemania si este tiene que hacer frente a la multa de 14.000 millones de dólares (12.431 millones de euros) que proponen las autoridades norteamericanas para resolver una demanda relacionada con las hipotecas basura. En concreto, los títulos de Deutsche Bank cayeron un 7,54%, hasta alcanzar el nivel de los 10,55 euros, lo que supone su mínimo histórico y representa una depreciación del 53,17% desde comienzos de 2016, en un escenario de escasa rentabilidad en el sector bancario como consecuencia de los bajos tipos de interés.

El viernes Merkel descartó proporcionar cualquier ayuda estatal a la entidad si finalmente el banco tiene que hacer frente al pago a los 12.431 millones de euros para resolver una investigación relacionada con la emisión y suscripción por el banco de valores respaldados con hipotecas basura entre 2005 y 2007, según informó el semanario Focus. La publicación alemana afirmó que el consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, solicitó a Merkel la intervención del Ejecutivo alemán si la entidad finalmente debe afrontar un pago que sobrepasa significativamente las provisiones de 5.500 millones de euros (4.884 millones de euros) para batallas legales.

No obstante, Deutsche Bank desmintió ayer que haya solicitado un rescate al Gobierno alemán. "En ningún momento John Cryan ha solicitado a la canciller Angela Merkel que intervenga en la investigación del departamento de Justicia de EEUU", informó el banco a Europa Press.

El banco alemán espera llegar a un acuerdo con las autoridades por una cantidad "sustancialmente menor"; similar a la que tuvieron que pagar otros bancos como Citibank o Goldman Sachs, entidad a la que la Justicia estadounidense reclamó inicialmente 15.000 millones de dólares (13.320 millones de euros) y que finalmente resolvió por 5.000 millones de dólares (4.440 millones de euros), en casos semejantes.