Las Palmas de Gran Canaria tiene la cesta de la compra más cara del país. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publicó ayer un estudio que evidencia que llenar la despensa en la capital grancanaria cuesta más que en cualquier ciudad de España por el alto precio de los productos frescos. Santa Cruz de Tenerife, por su parte, se sitúa a mitad del ranking.

El informe determina que la compra de productos básicos de alimentación, droguería e higiene es un 34% más cara que en Vigo, el lugar más barato del país. En el caso de la capital tinerfeña, el coste en comparación con la ciudad gallega se eleva un 28%.

El coste medio anual de la cesta en España para una familia de tres miembros es de 4.850 euros -lo que supone un incremento del 2,3% en comparación con 2015-. Sin embargo, el ciudadano puede, según la OCU, lograr un ahorro de hasta 933 euros al año. En el caso de Canarias esta cifra se dispara, ya que asciende hasta los 1.237 euros. En Madrid, incluso, el ahorro puede llegar hasta los 2.999 euros. El estudio de la OCU subraya que en función del supermercado que el consumidor elija para realizar la compra el impacto en el bolsillo será mayor o menor.

En Gran Canaria la superficie que ofrece los precios más ventajosos es el establecimiento de Alcampo, ubicado en el Centro Comercial de Telde. Llenar el carrito de la compra en este supermercado supone un ahorro del 26% en comparación con el coste que supondría acudir a la tienda de El Corte Inglés de la avenida Mesa y López, la más cara de la Isla.

En el caso de Tenerife, son las mismas cadenas las que se sitúan como las más rentables y costosas para la economía doméstica. Así, un consumidor gasta un 27% más si realiza la compra en el supermercado de El Corte Inglés de la avenida Tres de Mayo que en la superficie con la que cuenta Alcampo en el Centro Comercial La Orotava.

El estudio de la OCU también incide en que cuanto mayor sea el número de cadenas que existen en una región, más fácil es encontrar precios adsequibles como consecuencia de un incremento de la competencia. En concreto, el informe hace referencia a Hiperdino, en manos de los hermanos José Abraham y Andrés Domínguez, por tratarse de una cadena local "competitiva". De hecho, en las dos capitales de provincia canarias, buena parte de las superficies de esta marca se colocan tras los puntos de venta de la cadena francesa.

En el conjunto del país, Alcampo se alza como la cadena en la que el bolsillo de los consumidores recibe un menor impacto a la hora de realizar la compra. Sánchez Romero, Ulaboz y Supermercados Villa de Madrid se sitúan en el polo opuesto.

Los precios han subido de media un 0,7% con respecto a 2015, año en el que se registró una bajada del 0,2%. Por ciudades, resulta más rentable hacer la compra en Almería, Puertollano y el Corredor de Henares. En el caso contrario, además de Las Palmas de Gran Canaria y Barcelona, la ciudad vasca de Getxo se cuela entre las más caras para llenar la despensa.

El alza de los productos frescos es generalizada en todo el país, pero en Islas tiene una especial incidencia. Así, comprar carne, pescado, frutas y verduras puede llegar a ser hasta un 86% y un 84% más caro en las capitales grancanaria y tinerfeña que en Vigo.

El lugar que ocupa la capital grancanaria en el ranking elaborado por la OCU contrasta con la capacidad de gasto de las familias canarias. En 2014, el sueldo medio de las Islas fue de 19.436,48 euros -el último dato facilitado por el Instituto Canario de Estadística (Instac)-, frente a los 22.858,17 euros del trabajador español.

A esta circunstancia se suma el alto volumen de parados que existen en el Archipiélago. Pese a que en agosto salieron de las listas de desempleo 1.884 personas (-0,81%), todavía 230.185 isleños buscan una oportunidad en el mercado laboral, según las cifras más recientes publicadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

No obstante, el informe destaca que principalmente los artículos envasados que se venden en Canarias, en especial los de droguería e higiene, son los más baratos del país debido a la fiscalidad diferenciada del Archipiélago para compensar la lejanía geográfica.