¿Por qué Enerkeeper apuesta ahora por implantarse en Canarias?
Lo que queremos es futuro para las empresas, hoteles y hospitales, porque tienen una necesidad imperiosa de ahorrar energía. La Comunidad Económica Europea establece que uno de los puntos más importantes es que todas las empresas piensen en la eficiencia y, realmente, todos tenemos que pensar ahora mismo en ella.
¿Con este dispositivo qué ahorro se puede alcanzar?
El ahorro es diferente en función de la instalación del propio cliente y su consumo, pero oscila desde un 6% hasta un 16% o 17% sobre la factura mensual. En términos monetarios podríamos estar hablando de entre una media mínima de 800 euros a 7.500 euros al mes. Este dispositivo, distribuido en el Archipiélago por Enercanarias, le sale a coste cero al cliente gracias al ahorro que produce. Con ese ahorro le preparamos un renting desde el que lo va pagando directamente.
¿Cuál es el margen de mejora de las empresas canarias en esta materia?
En casi todos los países estamos más o menos en la misma línea. Puede ser que en Canarias la energía llegue ahora a las empresas mejor, cosa que antes era un poco complicado. Este cambio se debe a que las grandes compañías eléctricas también están preocupadas por tener esa eficiencia y colaborar a nivel mundial de llegar al 20% en 2020. Y tenemos que llegar ahí porque es beneficioso y el futuro para nuestras generaciones. No obstante, notamos que esa calidad en Canarias es un poco más baja. En las Islas están muy mentalizados, pero les faltan herramientas para poder alcanzar la eficiencia.
¿Y por qué se da esa situación en las Islas?
Por las instalaciones, que no son las precisas. Son muy antiguas y al contar con tantos años la calidad no va a ser la misma. Lo que hace nuestro equipo es que esa calidad, que entra mala, la depura para que salga limpia.
La Administración Pública está destinando mucho dinero para promover la eficiencia energética, ¿cree que está siendo efectiva esa inversión?
El Estado ha estado haciendo unas apuestas, pero le falta un conocimiento mayor. Ponen toda su buena voluntad, pero tendrían que tener una información mucho más amplia para saber qué dirección deberían tomar para que, de alguna forma, ese dinero público que se está invirtiendo vaya directamente hacia el ahorro energético.
¿En qué se falla?
Habría que optimizar más que renovar. Ahora tendemos a que lo que antes consumía mucho, se cambie por algo nuevo. Habría que buscar una forma para ver qué podemos hacer para que consuma menos con lo que teníamos antes.
¿La calidad de la construcción de los edificios donde se ubican las empresas en las Islas es mejorable?
No tenemos conocimiento de cómo se está construyendo ahora mismo en Canarias. Lo que sí queda claro es que las empresas sí están un poco concienciadas de que tienen que hacer y poner en práctica las medidas y herramientas de eficiencia energética. Pero lo que habría que hacer es mejorar esas mismas construcciones.
¿Por dónde se les está fugando el ahorro en energía?
Por ventanas, los aires acondicionados o por la distribución de la energía dentro de las fases. Todo eso es lo que hace que las empresas tengan desviaciones grandes y estén apostando por la eficiencia energética. Nuestro equipo lo que hace es, precisamente, compensar esas fases.
La Unión Europea (UE) ha retirado recientemente los focos halógenos del mercado para primar las bombillas led, ¿este tipo de acciones se nota en las empresas?
Va a tener su ahorro, pero no el que debería de ser. La iluminación de una gran empresa representa un 7% del gasto total. Actuar sobre ese porcentaje es diferente que actuar sobre el 93% restante. Nuestro equipo actúa sobre toda la instalación del cliente mientras que los bombillos led actúan sobre la luz que le hace falta a unas partes del edificio.
¿Teme presiones de la industria eléctrica?
No, al revés. Todas quieren colaborar para alcanzar los objetivos.
