El Gobierno de Canarias repartirá 700 bonos de 500 euros cada uno entre jóvenes menores de 30 años para ayudarlos a poner en marcha sus proyectos empresariales. Además, el Ejecutivo regional destinará 1,2 millones para promover la contratación de otros 600 menores de 30 con formación universitaria o profesional por un mínimo de seis meses. Estas son dos de las medidas con que el Gabinete autonómico pretende facilitar la inserción laboral de jóvenes con titulación superior que, sin embargo, no consiguen un hueco en el mercado de trabajo.
Así lo anunció ayer la consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, la también vicepresidente Patricia Hernández, tras la última reunión del Consejo General de Empleo, órgano en el que están representados tanto la patronal como los sindicatos. Hernández explicó que serán casi 3,2 millones de euros los que, en total, destinará su departamento para este Plan de empleo para la educación superior, un plan con el que la Administración trata de proporcionar una primera oportunidad laboral a los menores de 30 recién titulados. La consejera detalló que la idea es que esa primera oportunidad pueda llegar tanto en un trabajo por cuenta ajena como en el autoempleo, de modo que parte de esos 3,2 millones será para ayudas directas a quienes tengan la intención de iniciar una actividad empresarial.
Estas ayudas se materializarán por medio de 700 "bonos", en palabras de Hernández, de 500 euros cada uno. Los jóvenes emprendedores recibirán un mayor o menor número de bonos, hasta un máximo de diez, en función del "diagnóstico" y de las necesidades de sus proyectos. En total, el Gobierno de las Islas invertirá en esta iniciativa un total de 350.000 euros. Al margen de estas ayudas directas, el Ejecutivo apoyará el emprendimiento de los jóvenes con acciones informativas y de asesoramiento.
En cuanto a las medidas para promover la contratación, la vicepresidente autonómica anunció la aprobación de una política de incentivos que contará con un presupuesto de 1,2 millones. Así, las empresas recibirán 2.000 euros por cada contrato que hagan a menores de 30 años con cualificación, siempre que el convenio laboral tenga una duración mínima de seis meses. Estos 1,2 millones, en el caso de que se empleen totalmente, permitirán crear 600 puestos de trabajo.
El plan incluye también subvenciones para contribuir a la movilidad laboral, para que estos jóvenes puedan trabajar en islas no capitalinas, y para formación específica. Para esto último se repartirán otros 200 bonos, estos llamados "bonos a la formación específica/técnica", que servirán para que menores de 30 se instruyan en cursos o talleres sobre aquellas materias en las que los empresarios hayan detectado necesidades. Cada alumno podrá disfrutar de un máximo de dos bonos, de 200 euros cada uno, para el pago de la matrícula del curso o taller. Se invertirá una suma de 40.000 euros.
Hernández, que expuso que también se asesorará a las empresas que lo deseen (se prevé asesorar a unas 600) sobre las ventajas que podría reportarles un determinado trabajador, hizo hincapié en que la idea es disminuir, en la medida de lo posible, esa bolsa de jóvenes con formación que, pese a ello, no consigue un empleo. "Aquellos que tienen toda la formación del mundo pero que nunca han trabajado", subrayó. Las fundaciones de las dos universidades públicas colaborarán en el proyecto como intermediarias.
