Las empresas familiares españolas son optimistas con respecto a su futuro y la mayoría prevén seguir creciendo a corto plazo después de un año en el que tres de cada cuatro compañías (75%) lograron aumentar su facturación. Así lo señala el quinto barómetro de la empresa familiar, elaborado por la consultora KPMG en colaboración con Instituto de Empresa Familiar y en el que tomaron parte 288 compañías nacionales. El 70% de los encuestados muestra una impresión "positiva" de la situación económica que tendrá su compañía en los próximos doce meses, una tasa alta pero que, sin embargo, es nueve puntos inferior a la del año anterior.
"El optimismo de la empresa familiar española sigue quedando patente en esta edición del barómetro. Continúa así la evolución positiva iniciada en el año 2014 con el comienzo de la recuperación económica en España", señaló Juan José Cano, socio responsable de Mercados y de Empresa Familiar de KPMG en España.
Si a lo largo del ejercicio 2013 solo el 42% de las empresas familiares tenían una perspectiva positiva de la evolución de sus negocios, en 2014 y los años posteriores se registró una recuperación significativa de la confianza: 64%, 79% y 70%, respectivamente.
El optimismo ante el futuro se apoya en los buenos resultados alcanzados este año en términos de facturación, empleo e internacionalización. Así, el 75% de las empresas familiares certifican que ha aumentado su volumen de ventas en el último ejercicio (solo un 54% en el conjunto de Europa), mientras que un 11% han visto menguar su volumen de negocio. Atendiendo a términos de empleo, un 93% ha logrado aumentar o mantener su plantilla y el 74% declara que ya tiene presencia en el mercado exterior.
Respaldadas por las buenas perspectivas, las empresas familiares incluyen en sus planes estratégicos la puesta en marcha de nuevas inversiones. A la hora de establecer sus metas, los negocios familiares continúan priorizando la mejora de la rentabilidad y el aumento de la facturación, pero dos áreas se abren paso y toman cada vez más fuerza: la innovación y el talento.
De este modo, mejorar la rentabilidad de sus negocios es la principal prioridad para el 55% de las compañías que han participado en esta edición del barómetro. A continuación, le siguen el incremento de la facturación (52%), el aumento de la innovación (21%) y la diversificación en nuevos productos y servicios (20%). "Para mantenerse competitivo es imprescindible ser innovador y contar con personal altamente cualificado, y de ello son conscientes las empresas familiares, que apuestan hoy más que nunca por invertir en innovación, nuevas tecnologías, contratación y formación", apuntó el socio responsable de Mercados y de Empresa Familiar de KPMG en España.
Las inversiones
El buen tono de las perspectivas a un año lleva a las empresas familiares a contemplar mayoritariamente (un 84%) planes de inversión en los próximos doce meses, que estarán enfocados a desarrollar la actividad principal de la compañía (78%), a implementar nuevas tecnologías (52%) y a abrir mercado en el exterior (47%).
A pesar del optimismo generalizado, las empresas familiares se enfrentan también a un entorno que no está exento de retos. En este sentido, un 55% apunta a la incertidumbre política vivida durante el último año como el mayor desafío al que se enfrentan en la actualidad. El aumento de la competencia, señalado por un 47%, y la disminución de la rentabilidad, destacada por un 35%, le siguen como los principales obstáculos observados por las empresas familiares españolas.
