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'Brexit' Las exportaciones frente a la salida del Reino Unido de la UE

La devaluación de la libra amenaza el inicio de campaña del tomate canario

Los británicos pretenden que la pérdida de valor de su moneda no traiga un alza de los precios

En la madrugada del viernes partió rumbo al Reino Unido el contingente de tomate que inaugura la temporada de exportaciones de productos hortofrutícolas canarios. Por vez primera, el campo canario, que comercializa en Gran Bretaña el 55% de su producción, se enfrenta a los problemas que se derivan de la decisión británica de desconectarse de la Unión Europea (UE), el conocido como brexit. El primer y evidente escollo que tratan de salvar los productores isleños es la devaluación de la libra esterlina frente al euro, que coloca a sus productos frente al riesgo cierto de tener que asumir una caída de los precios.

"La situación es bastante más grave de lo que nos podíamos imaginar", señaló el presidente de la Asociación Provincial de Cosecheros-Exportadores de Tomates de Tenerife (Aceto), Francisco Echandy, durante la Fruit Attraction, una de las principales ferias del sector y celebrada la pasada semana. No era la suya una opinión gratuita, ya que se basaba en los contactos mantenidos con los comerciales que pelean con los clientes británicos las ventas de los productos de la huerta canaria.

Desde que el pasado 23 de junio se celebró el referéndum en el que el 51,9% de los habitantes del Reino Unido con derecho a voto se decantó por abandonar el proyecto común europeo, la históricamente poderosa libra esterlina ha perdido un 15% de su valor frente al euro. La caída es mayor aún. Nueve días antes de esa cita con las urnas, un informe del Banco de Inglaterra reveló una depreciación del 5,7% frente a una cesta integrada por las principales divisas.

En definitiva, los compradores de tomate de Gran Bretaña que integran la cartera de clientes de los productores canarios tienen que desembolsar más libras para pagar los envíos, circunstancia que afrontan con "una gran resistencia", según explicó el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex), José Juan Bonny.

Negociar en euros

Para evitarse problemas, los empresarios canarios intentan negociar los pagos en euros, una solución que se revela aún más fundamental ante el vaticinio de los expertos, que, si bien en un principio lo daban por imposible, ahora ya descuentan que la paridad entre la libra y el euro se podría llegar a alcanzar incluso este mismo año.

El propio Bonny detalló que a ese cambio de moneda para el pago ya se han sumado algunas "grandes superficies" del Reino Unido. Sin embargo, la dificultad para conseguirlo se eleva en proporción inversa al tamaño del cliente: cuanto más pequeños (y menos transnacionales), menor probabilidad de que acepten pasarse a la moneda única europea. Haya o no fricciones, lo cierto es que este es un camino que los productores isleños no pueden dejar de explorar hasta el último rincón, ya que de ello depende que no se resientan sus ingresos.

El portavoz de la Plataforma (canaria) para la Defensa del Tomate, Gustavo Rodríguez, introduce en el cóctel de confusión creado por el brexit las últimas actuaciones y declaraciones de la primera ministra británica, Theresa May. A su juicio, la petición a las empresas británicas de un listado de los trabajadores extranjeros que integran sus plantillas "no parece responder a la desconexión tranquila y pacífica" que preconizan la premier y el resto de los defensores del brexit.

Tanto Rodríguez como el sector en su conjunto entienden que las relaciones comerciales de las Islas con Gran Bretaña irán por el camino suave en la medida en que lo propicien los principales actores políticos, algo que, al menos de momento, no se está produciendo. Con el agravante de que en el caso del tomate no se dispone de tiempo para amortiguar iniciales tiras y aflojas; el negocio está ya en marcha y lo que se consiga ahora regirá para toda la temporada.

El temor está extendido, ya que "los precios están cada vez un poco peor", según apuntó el presidente de la cooperativa Coagrisan (La Aldea), Juan José del Pino. A las tradicionales denuncias de los productores europeos por la ausencia de una vigilancia capaz de garantizar que Marruecos no sobrepase los contingentes autorizados de tomate, se unen otros dos factores que reducen el valor del tomate de las Islas: el veto de Rusia a los productos hortofrutícolas europeos y el cambio climático.

La decisión de Vladimir Putin de suspender -desde el verano de 2014- las importaciones como respuesta a las sanciones que impuso la UE por el conflicto en Ucrania disparó la presencia de tomate en los mercados continentales. La sobreoferta trajo consigo una caída de los precios. Como dato positivo al respecto está el paulatino retorno a la normalidad de las relaciones ruso-turcas, lo que permitirá el retorno de las frutas y verduras del país euroasiático a los mercados de Rusia. En consecuencia, la oferta en el resto de Europa descenderá, siempre y cuando la vuelta a la cordialidad cristalice de manera definitiva.

Menos controlables resultan los incrementos de oferta en momentos clave por efecto de los cambios que sufre el clima. Tradicionalmente existían segmentos temporales en los que Europa se abastecía prácticamente en exclusiva de tomate canario que, en buena lógica, se encarecía al calor de la escasez. "Los productores del continente enviaban desde mayo hasta el final de septiembre", recuerda Gustavo Rodríguez. Fuera de esos meses, el frío hacía imposible la maduración del fruto.

Sin embargo, el portavoz de la plataforma resalta el acortamiento de la época puramente invernal que se está produciendo: "Ahora, un país como Holanda comienza a tener el tomate listo para comercializar desde marzo y su campaña puede llegar hasta el final de noviembre", lo que reduce ese tiempo que los productores de las Islas aprovechan para recuperar parte de la inversión vía precios.

A pesar de ello, el presidente de la Cooperativa Gran Tarajal, Juan Cerdeña, señaló que existe espacio para el optimismo. "Yo creo que vamos a dar el do de pecho y esta va a ser una campaña buena", vaticinó el productor majorero.

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