CaixaBank obtuvo en los nueve primeros meses de 2016 un beneficio atribuido de 970 millones de euros, un 2,6% menos (25 millones) con respecto al mismo periodo del año anterior, que incluía impactos singulares asociados a la integración de Barclays Bank. El resultado antes de impuestos alcanzó los 1.314 millones, lo que supone un crecimiento del 45,2% en relación a los nueve primeros meses de 2015.

El resultado obtenido se apoyó en la evolución de los ingresos y los gastos, que permitieron que el margen bruto alcanzara los 5.939 millones (-6,6%) y el margen de explotación los 2.821 millones. En la evolución interanual, el margen de intereses alcanzó los 3.080 millones de euros (-6,9%) y los ingresos por comisiones se situaron en 1.546 millones (-3,4%).

En la comparativa trimestral, ambos conceptos confirman la mejora apuntada en el segundo trimestre: el margen de intereses aumentó un 1,8% como consecuencia, entre otras, de la disminución del coste de financiación, y los ingresos por comisiones se incrementaron un 2,7%, debido, principalmente, a la mayor comercialización de planes de pensiones y seguros.

Los gastos sin costes extraordinarios se redujeron un 2,2% en la variación interanual y un 0,4% en la trimestral, fruto del ejercicio de racionalización y contención de costes, la captura de sinergias tras la integración de Barclays y ahorros derivados de las prejubilaciones y los acuerdos laborales para la optimización de la plantilla.

En el tercer trimestre se registraron costes extraordinarios por 121 millones asociados al acuerdo laboral alcanzado en julio. Esta evolución de los ingresos y costes permite que la ratio de eficiencia mejore cuatro puntos porcentuales en el año y se sitúe en el 54,9% y, sin costes extraordinarios, en el 53,3%.