El vicepresidente ejecutivo de Suez, Ángel Simón, apuntó a la posibilidad de exportar la experiencia canaria sobre el tratamiento del agua , si bien colocó las alianzas entre empresas como el necesario paso previo que permita acumular la fuerza necesaria para salir al exterior. El también presidente de la Fundación Acuorum y de Aguas de Barcelona (Agbar) lamentó la falta de compromiso de los gobiernos para obligar a una gestión empresarial sostenible y alertó de la necesidad de que las propias compañías se impliquen para lograr que su actividad evite erosiones al medio ambiente.
El alto directivo destacó el valor que alcanza el know how atesorado por las Islas para evitar los problemas de abastecimiento de agua. En el caso concreto de Gran Canaria destacó el papel desarrollado en "la gestión del agua subterránea", además del particular modelo que regula los derechos de propiedad, con los aguatenientes como referente, y la capacidad tecnológica que surte el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).
Sin embargo, el presidente de la Fundación Acuorum resaltó la falta de músculo para que una sola empresa isleña pueda abordar por sí sola la internacionalización en este sector. "Falta fuerza y para determinadas cosas se necesitan masas críticas", reseñó, por lo que concluyó que para acometer esa salida al exterior, las compañías "van a tener que cooperar o aliarse".
Simón protagonizó este viernes en el Hotel Santa Catalina de la capital grancanaria la entrevista-debate titulada El directivo en la definición y ejecución de la estrategia empresarial, acto organizado por la Asociación Española de Directivos (AED) con motivo de su vigésimo aniversario. A lo largo de una hora, el presidente de Agbar disertó sobre el actual encaje que la empresa tiene en la sociedad y abundó en la necesidad de que las compañías establezcan un compromiso con la sociedad que implique, entre otras cuestiones, evitar erosionar el medio ambiente.
"La empresa tiene que entender que debe dar el mayor beneficio posible a la sociedad", resaltó Ángel Simón, para quien no resulta comprensible la pérdida de valor que ha sufrido en los últimos años la imagen del empresario. El primer ejecutivo de Agbar destacó la incongruencia que supone haber ensalzado al emprendedor en ese mismo tiempo, cuando "un empresario es precisamente un emprendedor".
A ello añadió el particular contexto que, a su juicio, tiene ya once años de vigencia y que ha conducido a variar el modo de trabajar. "Hasta 2004 o 2005 nos levantábamos y teníamos una sociedad estable. Sin embargo, desde 2006 nos encontramos cada año con más problemas que el anterior; el directivo dirige en la incertidumbre".
En cuanto a la opinión que se tiene de España en el exterior, el presidente de la Fundación Acuorum sostuvo que la percepción en Europa "es muy positiva". Fundamentó esta en la capacidad mostrada por el país para abordar cambios durante la crisis que hasta el momento han sido capaces de llevar a cabo Alemania o Francia. Entre ellos resaltó los crecimientos acumulados por el producto interior bruto (PIB). Ángel Simón incluyó entre los defectos de los españoles el exceso de autocrítica. "Solemos destrozarnos", expuso el presidente ejecutivo de Agbar.
