Wall Street superó hoy los temores de un descalabro bursátil desatados cuando se supo que el republicano Donald Trump había ganado las elecciones presidenciales de EEUU y cerró su sesión con el Dow Jones cerca de su récord histórico.

Nada más conocerse el triunfo de Trump, los futuros de los principales indicadores bursátiles de Wall Street comenzaron a desplomarse y el índice de futuros del Dow Jones llegó a perder cerca de 800 puntos.

El pánico surgió cuando estaban operando los mercados asiáticos y poco antes de que comenzaran los europeos, por lo que los temores de Wall Street contagiaron al resto del mundo, con un impacto que, sin embargo, fue amortiguándose con el paso de las horas.

Tanto que hoy Wall Street, que comenzó la sesión con una evolución irregular, la terminó con un avance tan importante que el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, estuvo cerca de su marca histórica, alcanzada el pasado 15 de agosto.

El Dow Jones subió al cierre 256,95 puntos o un 1,40 %, y el selectivo S&P 500, el preferido de muchas firmas de inversión, tuvo un avance del 1,11 %, el mismo que el del índice compuesto del mercado Nasdaq.

Algo raro para una fecha posterior a los comicios, ya que los analistas han recordado que al día siguiente de las elecciones presidenciales Wall Street suele tener un tropiezo en sus principales indicadores, al margen de quien gane en las urnas.

Los temores de Wall Street comenzaron a disiparse parcialmente cuando Trump, en el primer discurso tras su victoria electoral, utilizó un tono moderado e hizo un llamamiento a la unidad nacional y a reconstruir las heridas políticas que dejó la campaña.

Ese mensaje permitió que el Dow Jones redujera a más de la mitad los descensos en los futuros y, nada más abrir, se moviera con una gran volatilidad, hasta que agarró rumbo dos horas después de la apertura, decididamente al alza.

Expertos como James Athey, de la firma Aberdeen, explicaron que la respuesta inicial al triunfo de Trump "generó shock y miedo a medida que caían los precios de los activos más arriesgados y el dinero se dirigió a refugios más seguros".

Pero la perspectiva de recortes en impuestos, como ha venido pregonando Trump, y otras medidas "generalmente favorables al crecimiento", han generado que "esa reacción inicial comenzara a revertirse".

Trump gobernará a partir de enero con un Congreso que estará controlado por los republicanos, el mismo partido del presidente, una posibilidad que no siempre ha favorecido Wall Street porque concentra demasiado poder político en un partido.

"La victoria de Trump en la elección presidencial probablemente va a generar un grupo de medidas que difieren profundamente de las de la administración anterior", afirmó en un primer análisis el vicepresidente senior de Moody's, Robard Williams.

Según Moddy's, el anuncio de Trump de que renegociará acuerdos comerciales puede perjudicar a sectores como el automotor, el petróleo y la tecnología, que dependen de un flujo de bienes y servicios entre Estados Unidos y sus socios comerciales.

Pero otros sectores como el acero y el manufacturero se pueden beneficiar las políticas de Trump contra la competencia exterior.

Asimismo, según Moody's, el sector salud también se verá beneficiado a largo plazo ya que Trump ha prometido derogar un programa oficial de asistencia sanitaria prestada por empresas privadas, conocido popularmente como "Obamacare".

Y el mercado le dio hoy la razón a este análisis con dos datos: el sector de salud fue el que más subió, un 3,26 %, y el de materiales básicos el segundo en alzas (2,55 %).

Las apuestas, sin embargo, no están totalmente claras, porque los analistas esperan que en las próximas semanas crezca la volatilidad que ha determinado las últimas fechas bursátiles según se acercaban las elecciones.

En una nota a sus clientes, el grupo Bank of America Merrill Lynch indicó hoy que, a corto plazo, el resultado de las elecciones "crea incertidumbre elevada" por las políticas que pueda implementar la futura Administración de Donald Trump.

Y, a largo plazo, la firma recordó las consecuencias de propuestas como la revisión de tratados comerciales o de tarifas arancelarias, las restricciones migratorias o el aumento de la inversión en obras de infraestructura.

"Si se aplican completamente, creemos que estas medidas pueden tener un dramático impacto en la economía de Estados Unidos", advierte el grupo Bank of America Merrill Lynch.