El precio de la vivienda volvió a subir en Canarias (0,1%) durante el tercer trimestre del año, con lo que acumula ya dos años de crecimiento, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Solo en los últimos doce meses, el avance alcanzó el 2,4%, lo que certifica un incremento de la demanda, animada por la recuperación del crédito bancario y la mejora de la inversión local.
El alza registrada en las Islas entre julio y septiembre con respecto al mismo periodo del año pasado fue la quinta más intensa de toda España. Solo en Madrid (7,8%), Cataluña (6,6%), Baleares (5,4%) y País Vasco (3,5%) las viviendas experimentaron una revalorización mayor y que condujo a la media nacional a situarse en el 4%.
Los históricamente bajos tipos de interés están animando a los inversores a elevar sus niveles de endeudamiento para integrar más viviendas en su patrimonio. El euríbor en negativo coincide con la apertura del crédito. Cierto es que la banca estudia con todo detenimiento las operaciones para alejar los errores del pasado, pero no menos lo es que, como no se han cansado de repetir los directivos del sector financiero, los bancos están para prestar y, además, ganan dinero con ello. O, como más recientemente señaló el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el sector financiero debe cumplir la función de "vehiculizar el ahorro hacia la inversión".
Más hipotecas
Según el Consejo General del Notariado, solo en el primer trimestre de este año la firma de créditos hipotecarios creció en Canarias un 17,1%. En buena parte, también por la proliferación de socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria) que compran de manera masiva.
Estas empresas son responsables en parte de la animación de las ventas que disparan los precios. Según estimaciones del grupo donpiso, el pasado año el 55% de las transacciones en el Archipiélago las protagonizaron españoles y, en la primera parte de este año, el porcentaje se había elevado en torno a los seis puntos.
En cualquier caso, la dependencia de la inversión foránea continúa siendo elevada. No es casual la conformación del club de las cinco regiones en las que más se elevaron los precios durante los últimos doce meses. En él ocupan puesto las dos comunidades autónomas más ricas -Madrid y Cataluña-, la más industrializada -País Vasco- y, por tanto la del empleo con mayor valor añadido y salarios más elevados, y, por último, las dos en las que mayor peso tiene la presencia de la inversión extranjera en el mercado inmobiliario, Baleares y Canarias.
Según los números que maneja donpiso, durante el año 2015 se vendieron en el Archipiélago 7.800 casas a extranjeros y, en concreto, entre el 25% y el 27% de ellas fueron a parar a manos de británicos, mercado amenazado por las consecuencias que se desprendan del proceso de desconexión de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) -brexit- decidido en junio.
La opinión generalizada es que ese descuelgue no afectará de manera decisiva al comportamiento de los inversores de dicho país. En otras palabras, "ese mercado no se va a caer", según expresó recientemente el director general del grupo donpiso, Emiliano Bermúdez. Sin embargo, tanto él como el resto de voces autorizadas del sector condicionan el impacto en el volumen total de compra-venta al modo en que se articule la salida. Es decir, para concluir que el sector inmobiliario no lo vivirá de manera especialmente traumática, parten de que las negociaciones entre Reino Unido y la UE se desarrollarán de manera amistosa y estarán encaminadas a que ambas partes logren el mejor acuerdo posible.
Para despejar las dudas sobre el frenazo que supondría un desarrollo de las conversaciones contrario al previsto, resulta doblemente importante que la pujanza de la demanda interna aumente la intensidad, lo que, en buena medida, dependerá de la marcha general de la economía.
Los datos del tercer trimestre difundidos ayer por el INE ponen de manifiesto, además, la heterogeneidad del mercado y el distinto comportamiento que tienen los precios atendiendo a la naturaleza de las fincas. De ese modo, fueron los inmuebles de nueva construcción los que protagonizaron en gran medida la revalorización, con un incremento del 7,4% en el segmento, el segundo mayor de los últimos diez trimestres.
Mientras, el mercado de segunda mano alcanzó un incremento del 1,4%, mucho más leve, pero también en números positivos durante los últimos ocho trimestres. Sin embargo, las viviendas usadas sí aguantaron en positivo (0,2%) la comparación con las ventas entre abril y junio; no así las nuevas, que cayeron un 1,3%.
