La firma de moda Blanco despedirá a toda su plantilla, integrada por 850 empleados, y cerrará su red de tiendas, formada por 102 establecimientos, seis de ellos en Canarias, tras presentar la solicitud de liquidación ante el Juzgado de lo mercantil de Toledo.

"Blanco está muerto; no hay género", han asegurado, por otro lado, en fuentes sindicales, que han explicado que, una vez aprobada por el juez la solicitud de la empresa, se abrirá un plazo de negociación para fijar el calendario de cierres y lograr "las mejores condiciones posibles" para la plantilla, a la que la compañía "adeuda 23 días de la nómina de noviembre". Los cierres y los despidos se ejecutarán de forma progresiva, una vez que el juez dé luz verde a la petición de extinción de la compañía, que acumula un pasivo de 133 millones.

La firma dispone de tres tiendas en Las Palmas de Gran Canaria y dos en Santa Cruz de Tenerife, junto con otra tercera de accesorios en La Orotava. Esta semana, la firma de moda cerró su página web en plena campaña navideña y tras declararse insolvente en España y Portugal, después de que los nuevos propietarios, AC Modus, no encontraran un inversor. Éste es el segundo concurso de acreedores que encaraba la firma de moda, después de que en junio de 2013 la enseña lo solicitara cuando estaba controlada por el empresario Bernardo Blanco, que lo pidió debido a la gravedad de sus problemas económicos.

AC Modus, que se hizo con la compañía hace unos meses, indicó que el negocio de España y Portugal no "generaba beneficios", por lo que en los últimos dos meses habían estado buscando inversores para tratar de reflotar la empresa. Sin embargo, la firma emiratí señaló que, a pesar de los "grandes esfuerzos" realizados, los intentos para encontrar un inversor idóneo han resultado "infructuosos", por lo que tomó la decisión de "someterse a los procedimientos de insolvencia aplicables" en cada país.

Pero los problemas vienen de atrás. La firma textil presentó el pasado mes de septiembre su tercer expediente de regulación de empleo (ERE) en los últimos años, después de que los anteriores ajustes de plantilla hubieran provocado la salida de unos 900 empleados de la enseña de moda. La compañía, que en la actualidad cuenta con 102 centros de trabajo en España, ya aplicó el pasado año un ajuste de personal que afectó a un máximo de 189 trabajadores, que se sumaron a los 711 que salieron de la firma en 2013, cuando presentó concurso voluntario de acreedores.