La ampliación del permiso de paternidad, que pasará de dos a cuatro semanas, entrará en vigor a partir del 1 de enero del próximo año. Unos 8.000 canarios se beneficiarán de esta medida que llega con casi ocho años de retraso, después que el pasado viernes el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, confirmara que la extensión del permiso que contempla la Ley de Igualdad desde 2009 verá al fin la luz.
Durante el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el Congreso de los Diputados aprobó en marzo de 2007 la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. La norma contó con los votos a favor de todos los partidos representados en la Cámara Baja salvo el PP, que se abstuvo. En ella, no solo se incluía como novedad la ampliación de la baja por maternidad para los casos de parto prematuro o en los recién nacidos deban permanecer hospitalizado tras el parto, sino que por primera vez reconocía en España un permiso de paternidad de 13 días a cuenta de la Seguridad Social.
Entre marzo y diciembre de ese mismo año solicitaron la prestación por paternidad 173.161 padres, de los que 6.504 se encontraban en Canarias -3.505 en Tenerife y 2.999 en Santa Cruz de Tenerife-. Pero fue durante el ejercicio siguiente cuando más varones solicitaron este derecho, llegando a los 279.756 procesos en el conjunto nacional y a 10.261 en las Islas, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Desde que se aprobó la norma ya se contemplaba una ampliación de este permiso de dos a cuatro semanas, pero no fue hasta 2009 cuando la Cámara Baja retomó este asunto y fijó 2011 como horizonte para poner en marcha esta medida. Sin embargo, tanto el Ejecutivo de Zapatero, primero, como el de Mariano Rajoy que se había comprometido a lanzar la iniciativa en 2013, después, pospusieron su aplicación.
El sueño de la conciliación familiar de los padres y madres se acerca. La secretaria de Igualdad y de Movimientos Sociales de CCOO en Canarias, Guadalupe Santana, señala que esta decisión se postergó "bajo el paragüas de los recortes". Por este motivo, Santana espera que la ampliación del permiso por paternidad signifique "el inicio de las políticas de igualdad y corresponsabilidad". A su juicio, la mujer ha puesto cara al desempleo, a las solicitudes de trabajo parcial y a las peticiones de excedencia durante la crisis económica. Una situación, esgrime, que tiene impacto en los sueldos, cotizaciones y posteriores jubilaciones.
En los tres primeros trimestres del año, de los 40.711 ciudadanos que pidieron la excedencia para el cuidado de familiares, ya fueran menores o personas dependientes, 37.069 corresponden a mujeres y 3.642 a hombres. En el Archipiélago, se solicitaron 790 ceses temporales del trabajo en 2015, de las que el 83,67% conciernen a féminas y el 16,33% restante a varones, según los datos más actualizados del Instituto Canario de Estadística (Istac) .
La entrada en vigor de esta medida fomenta, según la socióloga Rosalía Rodríguez, la entrada en juego de un papel mucho más predominante del padre en la crianza de los niños; pasando de ser un progenitor "ausente y autoritario" que llegaba a la casa por la noche a otro más apegado al niño desde su nacimiento. "La corresponsabilidad beneficia a toda la familia", indica. Rodríguez expone, a su vez, la medida también posibilita a la mujer disfrutar más del trabajo y del ocio.
Aunque el permiso de paternidad apareció por primera vez en 2007, los padres ya podían compartir con las madres el de maternidad. En este caso, las prestaciones recibidas por ellos se enmarcan dentro de las dieciséis semanas de descanso maternal, excluyendo de éstas las seis semanas que de forma obligatoria les corresponden a ellas. En las Islas muy pocos padres han decidido beneficiarse de esta prestación. No en vano, de los 9.398 perceptores de 2015, solo 146 eran hombres.
Y pese a que el permiso de paternidad pasa de dos a cuatro semanas, la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción considera la ampliación "insuficiente" y "mal diseñada" porque obliga a los padres a coger las cuatro semanas de forma ininterrumpida. Para este colectivo, que no se puedan usar las dos semanas adicionales para sustituir a la madre cuando ésta se reincorpora a su trabajo supone un perjuicio, puesto que no se concede a los padres la opción de quedarse a cargo del recién nacido ni se alivia la presión sobre las madres.
