El último día de 2016 nos dejó la triste noticia del fallecimiento de Juan Martel Peñate, uno de los más claros ejemplos de hombre hecho a sí mismo con las únicas armas del tesón, el trabajo y la más absoluta lealtad. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, a temprana edad se trasladó a Valsequillo, donde comenzó a forjarse su carácter regio, fuerte y fue convirtiéndose en el luchador de gran corazón que levantó el Grupo Martel desde la nada.

Este bagaje es el que entrega a su extensa familia de seis hijos y diez nietos, quienes con los valores de ilusión y tenacidad que les inculcó desde siempre seguirán llevando a buen puerto los múltiples negocios, que hoy se extienden por la actividad comercial, turística o de reparación de automóviles, por ejemplo.

Quienes mejor lo conocieron destacan su carácter intuitivo, casi visionario, que presidió su proceder. Desde que prácticamente inició su carrera junto a su mujer con una modesta tienda en el parque Santa Catalina, Martel tuvo claro que ensanchar horizontes era la vía más segura al éxito. Por eso, ni el hándicap de los idiomas le impidió participar en ferias internacionales en las que entabló importantes relaciones que alimentaron su fama como importador. Hoy China está de moda, pero no hace 50 años cuando Martel Peñate puso por vez primera allí su sello personal para los negocios.

Los cincuenta años al frente de la reputada firma británica Marks and Spencer en el Archipiélago son solo un ejemplo de la lealtad con que Juan Martel se condujo. Esa misma filosofía presidió la relación con sus empleados. Varias generaciones de otras tantas familias han pasado por el Grupo Martel y el recuerdo común de todos ellos es el de un hombre enérgico que no se casaba con nadie pero que nunca dudó en acudir en su auxilio cuando lo necesitaron y, además, sin contrapartidas.

El carácter pionero de sus actividades le granjeó un nombre en el mundo empresarial canario. Su actividad importadora palió carencias que tenía la sociedad de las Islas en los años 60. Más tarde, fue de los primeros también en realizar exportaciones a África, abriendo las Islas al exterior y colocándolas en el mapa mundial.

Todo ello le llevó a formar parte de la Cámara de Comercio, la Asociación Canaria de la Empresa Familiar, Cecapyme, la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) o la Federación del Metal de Las Palmas (Femepa), entre otras muchas organizaciones.

Pero sobre todas las cosas, Juan Martel Peñate fue esposo y padre, con una fuerte personalidad que le sirvió durante toda su vida para marcar el camino a muchísimas personas con su ejemplo; hoy 140 de Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife trabajan en las empresas que fundó.

Mañana a las 19.00 horas, sus familiares y amigos se reunirán en la parroquia del Sagrado Corazón de María (Claret) de la calle Obispo Rabadán para despedirle con una misa funeral.