Los operadores ecológicos de las Islas ya no tendrán que pagar dos o tres veces en un mismo año por estar inscritos en varias de las actividades que contempla el Registro de Producción Ecológica de Canarias (ROPE). El Ejecutivo canario reduce a una única tasa la inscripción en este listado, de tal forma que simplifica la burocracia y alivia la carga económica de los productores canarios, que a partir de ahora solo tendrán que abonar el canon más alto de los impuestos que estaban pagando hasta ahora.
La aprobación en diciembre del año pasado de una enmienda del Grupo Nacionalista a los presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2017 motiva esta modificación, que entró en vigor desde principios de este ejercicio. El objetivo, según sostiene el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), José Díaz-Flores, es fomentar la producción ecológica en el Archipiélago a través de la reducción de los costes que genera la actividad.
La evolución de la agricultura ecológica en el Archipiélago ha sido positiva. En seis años, la superficie dedicada a este tipo de cultivo se ha duplicado al pasar de 3.078,9 hectáreas en 2010 a 6.436,7 hectáreas el pasado año. El número de operadores también ha crecido, aunque en menor medida. Si en 2010 había inscritos 918 agentes, tres años después se contabilizaban 1.002. En 2015 se alcanzó el mayor registro, con 1.390 operadores, pero durante el ejercicio pasado esta cifra retrocedió ligeramente hasta los 1.342.
En el ROPE hay 126 operadores apuntados que compaginan dos actividades y otros ocho que combinan tres, según los datos facilitados por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo regional. A partir de ahora solo tendrán que abonar la cuota más alta de las que estaban pagando hasta ahora. La cuantía de estas tasas varía en función de la ocupación y de las hectáreas cultivadas. Así, por ejemplo, los productores de secano con un terreno que no supere las dos hectáreas deben desembolsar 36,05 euros, pero aquellos que trabajen con cultivos de regadío en un superficie mayor de una hectárea tienen que pagar al año 84,10 euros, a los que se suma otros 12,03 euros por cada hectárea extra.
"El Gobierno busca todas las medidas que pueden incrementar la producción ecológica", expone Díaz-Flores, como el programa de ecocomedores escolares de Canarias. Explica, además, que esta acción también responde a las peticiones de los propios operadores ecológicos, que en las mesas insulares expresaban su desacuerdo con la obligatoriedad de tener que pagar varias cuotas en un mismo año.
El técnico de la finca ecológica Verde Aurora, Luis Mesa, califica de "acierto" esta medida. Mesa relata que la agricultura ecológica genera más costes que aquella en la que se emplea pesticidas, por lo que el pago de una sola tasa "facilita la labor" de los operadores. Él mismo pasará de pagar dos tasas -la de agricultor y la de elaborador de aceite de oliva- a una sola. Y pese a que valora de forma positiva esta iniciativa, también demanda que se amplíe el plazo de renovación de la cuota que se paga al ICCA.
En este punto coincide con el presidente de la Cooperativa BioCanarias, Juan Manuel Hernández, quien afirma que el pago duplicado o triplicado de esas tasas era "un disparate". Hernández no entiende que el subsector ecológico tenga que abonar una cuota para acceder a un certificado. Menos aún cuando este trámite no existe en la agricultura o ganadería convencional.
El director del ICCA expone que la producción ecológica está regulada por una normativa europea que establece que los controles deben ser anuales, lo que implica que la Administración aplique las tasas. "Esta vez se minimiza el impacto", esgrime, porque se alivia al operador de tener que pagar más de una cuota al año.
La simplificación de los trámites administrativos para la gestión del ROPE constituye otras de las ventajas de esta iniciativa, que implicará cambios en la organización de las inspecciones anuales que el ICCA efectúa, de tal forma que se agruparán los distintos controles a los que está sometido un operador. Además, Díaz-Flores insiste en que este mecanismo funciona como imán para atraer a jóvenes agricultores, ganaderos y nuevas industrias.
No en vano, indica que en otros países como Alemania, el segundo país que más turistas envía a Canarias, existe una amplia cultura de consumo de productos ecológicos, puesto que entre el 15% y el 20% de la población apuesta por ellos. "La potencialidad de esta actividad es enorme", concluye.
