El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió este lunes a revisar al alza las previsiones de crecimiento para España, que ubicó ahora en el 2,3% este año y 2,1% en 2018, una y dos décimas más respectivamente que lo anticipado en octubre.

Aunque la economía española comienza a ralentizarse tras registrar expansiones por encima del 3% en 2015 y 2016, el Fondo continúa situando a España a la cabeza del crecimiento de las grandes economías de la zona euro, en su actualización del informe de "Perspectivas Económicas Globales".

La mejoría de las previsiones de España se debe a "un desempeño mejor de lo esperado en la última parte de 2016".

Los cálculos del organismo dirigido por Christine Lagarde son ligeramente inferiores a los previstos por el Gobierno español que espera un 2,5% para 2017 y 2,4% en 2018.

Para la zona euro, por su parte, se prevé una expansión del 1,6% en 2017 y 2018, una cifra que "continúa por debajo de su nivel potencial", apuntó el FMI.

Alemania crecerá un 1,5% en ambos años, una mejora de una décima de las proyecciones de octubre, Francia lo hará 1,3% en 2017 y 1,6% el próximo, sin cambios respecto a hace tres meses, e Italia crecerá un 0,7% este año y 0,8% el próximo, dos y tres décimas menos de lo esperado en octubre.

Trump, un factor imprevisible

La economía mundial repuntará ligeramente en 2017 al 3,4% y 3,6% en 2018, tras el 3,1% de 2016, con una aceleración de EEUU por el esperado estímulo fiscal del presidente electo, Donald Trump, y en China con tasas superiores al 6%.

Se prevé que la primera economía mundial crezca un 2,3% en 2017 y 2,5% en 2018, una y cuatro décimas más respectivamente que lo anticipado en octubre, y que China mantenga su sólida tendencia, con una estimación al alza del 6,5% para este año y sin cambios del 6% para el próximo, según la su actualización del informe de "Perspectivas Económicas Globales" del Fondo.

Las perspectivas de crecimiento "a corto plazo en China han sido revisadas al alza gracias al estímulo proyectado de la política económica" y a la baja "en una serie de otras grandes economías, entre las que destacan la India, Brasil y China", agregó el informe.

"Una significativa revaloración de los activos se produjo tras las elecciones presidenciales en EEUU. Entre los elementos más notables hubo una aguda alza de las tasas de interés a largo plazo, apreciación de los activos financieros y mayor expectativas de inflación en las economías avanzadas", señaló en rueda de prensa Maurice Obstfeld, economista jefe del Fondo.

Obstfeld destacó, además, "los movimientos en direcciones opuestas del dólar, al alza, y del yen, a la baja" y la depreciación sustancial de monedas emergentes, especialmente la lira turca y el peso mexicano.