El precio de la bombona de butano, la más usada en los hogares canarios para cocinar y calentar el agua, registra la mayor subida en los últimos doce meses. El importe de la unidad alcanza los 12,89 euros, por lo que los isleños tendrán que desembolsar 60 céntimos más -un 4,88%- por cada botella de 13 kilos. Ayer entró en vigor el nuevo precio -que se mantendrá vigente hasta el tercer martes de marzo- después de que el Ministerio de Energía fijara los precios máximos de ventas antes de impuestos de los gases licuados del petróleo (GLP) en la primera revisión del año. Este incremento coincide con el descenso del consumo en los hogares isleños de este producto. DISA, compañía canaria de distribución de productos energéticos y encargada del envasado de las bombonas en las Islas, cifra un retroceso del 5,16% en los últimos cinco años.

El 19 de enero del ejercicio pasado se estableció que el precio de la bombona de butano fuese de 13,11 euros; casi medio euro más que el bimestre anterior. A partir de esa fecha, el coste de la misma comenzó descender hasta que en noviembre de ese mismo año repuntó. Esos importes, sin embargo, quedan aún lejos de los 17,5 euros que los canarios tenían que pagar por cada bombona entre finales de 2013 y principios de 2015.

El precio del gas se fija de forma bimensual en función de la cotización de la materia prima en los mercados internacionales, los fletes y la variación del tipo de cambio. El barril del petróleo Brent, que se utiliza como referencia en los países europeos, ha experimentado en los últimos dos meses una tendencia ascendente. La cotización de este tipo de carburante creció un 18,47% entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre del pasado ejercicio al pasar de los 47,9 dólares por barril a 56,8. Este alza responde, en gran medida, al recorte de la producción anunciada en el undécimo mes de 2016 por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Por ello, el Ministerio de Energía especifica que el coste de la materia prima creció en el bimestre anterior un 9,2%, una circunstancia que se suma a la depreciación del 4% del euros frente al dólar en ese mismo periodo de tiempo.

Y a pesar de que la bombona cuesta lo mismo en Canarias que en el resto del país, el importe final se calcula de distinta forma. La normativa estatal contempla que la Dirección General de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, como autoridad competente, puede establecer variaciones en positivo o en negativo sobre los costes de comercialización establecidos para la Península. Eso sí, la cuantía máxima debe ser equivalente a la diferencia entre los impuestos repercutibles al consumidor en el régimen fiscal del Archipiélago y los aplicables con carácter general en el resto del territorio nacional.

El importe antes de impuestos es mayor que en la Península, tal y como se expone desde la Consejería de Industria, porque en la Islas se tiene que asumir el sobrecoste que implica el transporte del gas "a un territorio alejado y fragmentado". Así pues, antes de la aplicación de los tributos el kilo cuesta 97,9 céntimos en el Archipiélago y 83,7 en el resto del país.

Pero una vez que se grava el producto, el importe del mismo se iguala. Mientras que en la región canaria el impuesto especial de hidrocarburos apenas alcanza los cinco céntimos y no se le aplica el IGIC, en la Península asciende al euro y medio y está sujeto al tipo del 21% del IVA.

Ante la caída del consumo de bombonas de gas por los hogares canarios y el incremento del precio del recipiente, DISA subraya que esta energía continúa siendo más barata y ecológica que la electricidad para cubrir los mismo usos domésticos. Asimismo, el volumen total de toneladas vendidas de GLP en el Archipiélago retrocedió entre 2012 y 2016 un 0,63%, al pasar de 84.280 toneladas a 83.749, según los datos facilitados por la compañía energética.