La subida del precio de la luz de las últimas semanas pesa como una losa en los bolsillos de la mayoría de los canarios. El precio mayorista de la electricidad cierra enero con una media de 71,49 euros por megavatio hora, la media mensual más alta desde septiembre de 2008 y para hoy se espera un nuevo alza del 3,4% , lo que significa que tres de cada cinco hogares del Archipiélago pagarán entre ocho y nueve euros más cada mes si continúa la tendencia. Poner el lavavajillas o planchar la ropa saldrá mucho más caro si no se toman medidas de ahorro. En las Islas, las vitrocerámicas, las neveras y las secadoras son los electrodomésticos que mayor consumo hacen. Ante esta situación, son muchas las organizaciones de consumidores e institutos que desvelan los mejores trucos para evitar una sangría de dinero a final de mes.
Z ¿Me afecta la subida de la luz?
Tras la liberalización gradual del mercado eléctrico a partir de 1997, los consumidores que requieran una potencia inferior a diez kilovatios pueden acogerse a dos tipos de mercado. El libre, en el que el usuario pauta con la comercializadora una determinada tarifa para un tiempo concreto, o el regulado, en el que los precios por horas se negocian con un día de antelación. Quienes facturen por ésta última modalidad son los afectados.
Z ¿Qué tarifa es la mejor?
Es una pregunta difícil de resolver, pues cada mercado tiene sus ventajas e inconvenientes. El 58% de los 1,2 millones de consumidores domésticos que existen en Canarias, en torno a 700.000 hogares, tiene suscrito con una empresa suministradora de electricidad un contrato regulado, denominada en el pasado Tarifa de Último Recurso (TUR) y ahora Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Frente a éstos, 500.000 usuarios isleños han optado por el segmento libre, exento de las subidas de precios registradas a partir de mediados de enero, pero también de las bajadas que se producen en otras ocasiones en el mercado mayorista.
Z ¿Por qué suben los precios?
Los factores que determinan el precio de la luz son diversos y está interrelacionados entre sí. El frío propio de esta estación produce un aumento de la demanda, mientras que la ausencia de lluvia y viento provoca que ese mayor consumo de electricidad se cubra con energías más caras que las renovables, que abaratan la factura. A ello se suma, de un lado, la decisión adoptada a finales de noviembre por la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de subir el coste del crudo y, de otro, la paralización por parte de la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (ASN) de una cuarta parte de las centrales nucleares del país galo, que está comprando energía a España para cubrir la demanda.
Z ¿A qué horas se gasta más?
Los precios son más caros durante las últimas horas del día, especialmente entre las ocho y las doce porque es cuando más sube la demanda. De hecho, el pasado 27 de enero se alcanzó el pico más alto de los últimos cinco años a las ocho de la tarde, cuando el megavatio hora ascendió a los 101,99 euros.
Asimismo, el tipo de contador es determinante para los hogares que tienen contratada la tarifa regulada (PVPC). Los usuarios pagan el consumo real a cada hora con un contador inteligente, pero no así con uno convencional. En estos casos, el importe final que desembolsa el cliente se calcula a partir de un perfil de consumo con independencia, por ejemplo, de si el usuario tiene en cuenta o no a qué horas pone la lavadora.
Z ¿Qué electrodomésticos consumen más?
El 20% del consumo eléctrico de un hogar canario sin climatización lo acapara la vitrocerámica, según datos de Endesa. La secadora (15%), la iluminación (14%) o la nevera (13%) también abarcan buena parte de la energía que consumimos. Pero también existe un amplio grupo de pequeños aparatos que suponen el 27% del gasto y que generan los denominados "consumos fantasmas".
Z ¿Cómo ahorrar?
La adopción de medidas eficientes y el aprovechamiento de tiempos puede suponer, en algunos casos, ahorros superiores a los 40 euros mensuales, según apunta el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. No tener contratada una potencia superior a la necesaria y usar bombillos LED también resulta fundamental para los bolsillos:
Vitrocerámicas. El uso de ollas de presión ayudan a ahorrar energía, puesto que reducen los tiempos de cocción y requieren menor calor. A la hora de elegir entre un microondas o un horno para cocinar, el IDAE recomienda la primera opción porque gasta entre un 60% y 70% menos y requiere menos minutos para calentar.
Lavadoras y secadoras. En ambos casos se aconseja utilizarlos con grandes cargas de ropa, para aprovechar bien cada lavado y secado. El 80% de la energía que consume la lavadora es para calentar el agua, por lo que programas de baja temperatura son más económicos. En el caso de las secadoras, el IDAE sugiere que, siempre que se pueda, se sequen las prendas al sol.
Neveras y lavavajillas. Una limpieza correcta de la parte trasera del aparato, su ubicación en un lugar fresco y alejado de posibles fuentes de calor y la elección de un tamaño adecuado son aspectos claves para ahorrar con este electrodoméstico. Los lavavajillas se deben encender llenos y, siempre que sea posible, con programas económicos o de baja temperatura. Para no malgastar luz con los termos eléctricos, se recomienda mantener en buen estado las tuberías y usar agua caliente cuando solo sea necesario.
Televisión y ordenadores. La potencia unitaria de las televisiones y ordenadores es pequeña, pero son aparatos que se usan con mucha frecuencia. El principal consejo para ahorrar con ellos es apagarlos por completo cuando no se utilicen. Es decir, no mantenerlos en stand by (en espera) porque gastan hasta un 15% de su consumo en condiciones normales de funcionamiento. Es lo que se denominan "consumos fantasmas".
Pequeños electrodomésticos. La plancha, la tostadora o el secador de pelo tienen usos limitados, pero generan altos consumos porque producen calor. En estos casos es fundamental aprovechar el calentamiento de la plancha para grandes cantidades de ropa o usar todas las ranuras de la tostadora a la vez.
Z ¿Cómo elijo los electrodomésticos?
La directora comercial de la Asociación Canaria de Electrodomésticos (Acadesa), María José Rosa, recomienda comprar electrodomésticos eficientes. La etiqueta energética indica el nivel de ahorro que se puede alcanzar con cada aparato. La clase A es la más económica y la G la menos eficiente. Rosa explica que los aparatos que gastan menos pueden llegar a ser entre un 15% y un 30% más caros que los convencionales, por lo que apela al ahorro a largo plazo que generan para que los consumidores se decanten por ellos.
En la actualidad no existen partidas para la renovación de electrodomésticos, pero entre 2008 y 2011 la Consejería de Industria, en base a un convenio con el IDAE, concedió ayudas para que los consumidores compraran aparatos más eficientes. El sector reclama ahora que estas subvenciones regresen.
