¿Cómo sobrevive una empresa totalmente familiar hasta la tercera generación?
Si los herederos consideran la empresa como una renta, viven del dividendo, la empresa morirá seguro, es cuestión de tiempo, será vendida porque la ven como un activo financiero. Si los accionistas no son formados como empresarios, desaparecerá. Pero si los herederos tienen esa mentalidad empresarial y consideran que el patrimonio es un legado que reciben de los mayores y dejan a la siguiente generación, por tanto, tienen que mejorarlo y enriquecerlo para, con suerte, dar más de lo que recibe, entonces la empresa familiar será extraordinariamente resistente.
Difícil mantener relaciones personales y profesionales...
Hay que separar la familia de la empresa, es lo más complejo de la gestión. Tienes acciones de una empresa familiar, pero no tienes un puesto de trabajo. Tienes que tener a los mejores profesionales, da igual el apellido. En nuestra estructura, casi se impide, solo hay dos miembros de la familia e intentamos que trabaje el mínimo de parientes posible para evitar conflictos y riesgos. Para ser familiar y estar en la compañía, debes tener unas capacidades muy superiores a cualquiera. Lo peor que puedes hacerle a un hijo o a un familiar es decirle que se merece las cosas, porque debe ganárselas. Estamos muy orgullosos de ser una empresa familiar, pero gestionamos como una totalmente profesional.
Contra la crisis económica, ¿la receta es la expansión internacional?
Sí. Hemos crecido fuera durante la crisis, pero también un 8% en España durante esos años. Lo que nos ha permitido capear la crisis ha sido la mentalidad a largo plazo, una ventaja de la empresa familiar. Los accionistas están dispuestos a sufrir a corto para conseguir resultados a largo; mantener o bajar durante unos años para sobreinvertir en estructura. En ningún momento dejamos de invertir, al contrario, aumentamos las inversiones y casi triplicamos la estructura internacional, de 3 a 19 países. Es un proceso complejo y caro, pero permite entender al consumidor y conseguir resultados. Debes tener la convicción y transmitir de arriba a abajo. Aunque exportamos desde los 70, por ejemplo, hace tres años decidimos cambiar el idioma de la compañía al inglés. Y consistencia, todo el proceso lleva tiempo, no vas conseguir resultados hasta tres o cinco años como mínimo.
Y la diversificación, claro, como el cine...
El cine o las series son fundamentales para contactar con el consumidor y desarrollar la marca. Ya llevamos años y la estructura en Canarias permitirá hacer más. Los productores están muy contentos con la calidad de la industria canaria. En Europa hay dos platós, Irlanda y Canarias, donde hay un clima maravilloso todo el año y unos escenarios impactantes. Es una apuesta muy inteligente.
